• Pero no es una ataque aislado, sino otro más contra la libertad religiosa de los cristianos.
  • El 28 de agosto un muchacho de 17 años intentó apuñalar a un sacerdote en una parroquia de Medan (norte de Sumatra).
  • En octubre de 2015, en Yogyakarta, otros radicales islámicos bloquearon el rezo del Rosario.
Dos musulmanes escondidos entre la multitud de fieles que celebraban una Eucaristía en San Pedro Purwosari, en los alrededores de Surakarta (Indonesia), interrumpieron la celebración, atemorizando a los presentes. Los gritos y amenazas propinados por los extremistas islámicos obligaron al párroco a suspender la misa y huir por motivos de seguridad. Después de las dos primeras lecturas de la Biblia, los perturbadores comenzaron a insultar al sacerdote y a los presentes. Según Asia News  las fuerzas del orden lograron alejarlos, pero ellos regresaron con otro grupo de personas y comenzaron a causar disturbios en la celebración. Uno de los católicos a propósito del hecho refiere: «Inmediatamente después de la comunión, empezaron a intimidar a los presentes, incluso a los niños, pidiendo que la misa fuese interrumpida. Al final, el sacerdote, p. Adrianus Sulistiyono, se vio obligado a huir junto a su asistente». En Indonesia no es la primera vez que ocurre un hecho de esta índole. Se trata del país de mayoría musulmana más poblado del mundo. Inspirándose en el asesinato del padre Jacques Hamel en Francia, el 28 de agosto pasado un muchacho de 17 años intentó apuñalar a un sacerdote en la parroquia de San José en Medan (norte de Sumatra). En octubre de 2015, en Yogyakarta, algunos radicales islámicos bloquearon el rezo del Rosario. El religioso islámico Wedi Klaten Kiai Hajj Susilo afirma que los radicales musulmanes interrumpen también las conmemoraciones de los difuntos llevadas a cabo por los islámicos, por considerarlas heréticas. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com