• Grupos radicales organizan una marcha contra el gobernador cristiano de Yakarta para el 4 de noviembre, acusándole de blasfemia.
  • Pero, en realidad, "el verdadero objetivo es desencadenar la división en el país y debilitar a los movimientos moderados".
  • En la protesta se están infiltrando grupos extremistas, quizás vinculados al Estado islámico.
En Indonesia, la manifestación de protesta organizada por los integristas islámicos "no ha sido pensada para criticar al gobernador de Yakarta, sino para destruir nuestro movimiento, que es el mayor grupo musulmán moderado del país". Es la señal de alarma lanzada por  Kiai Hajj Said Agil Sirodj, presidente del Nahdlatul Ulama (NU, que cuenta con 40 millones de miembros), en vista de las protestas masivas que se llevarán a cabo el próximo 4 de noviembre en el centro de la capital. Algunos grupos radicales, entre los cuales figura el Frente de defensa islámico (FPI), acusan al gobernador Basuki Tjahaja Purnama, más conocido como 'Ahok' de ser un "difamador del Islam" a raíz de una frase pronunciada el 9 de octubre pasado, informa Asia News. En los días que siguieron al estallido de la polémica, Ahok enseguida se excusó con la comunidad musulmana y fue "perdonado" por los grupos moderados más importantes. El 15 de octubre pasado, miles de musulmanes radicales se volcaron en las arterias de Yakarta para pedir que el político, un cristiano de etnia china, sea apartado de las próximas elecciones, a celebrarse en 2017. Las protestas de esta semana, advierte la cúpula del UN, han dejado de ser genuinas, y en ellas se vuelve a percibir la infiltración de grupos islámicos -quizás vinculados al Estado islámico- que quieren desestabilizar el país, sacando ventaja del radicalismo latente. La verdadera cuestión, prosigue Agil Sirodj, ya "no son las elecciones del gobernador de Yakarta. Es más complicada que eso […]. El objetivo principal ha dejado de ser Ahok en sí; él es una mera ganzúa con la cual los radicales están tratando de destruir la existencia del Islam moderado en el país". No se sabe a ciencia cierta cuántas personas participarán en la marcha del 4 de noviembre, pero se espera que vayan varios miles de manifestantes. La cúpula del UN ha advertido a sus miembros que deben permanecer alerta y que no deben dejarse arrastrar por protestas que no les competen. La policía y el ejército destinados a Yakarta fueron convocados urgentemente, porque se teme que la manifestación pueda desencadenar en violencia. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com