• Dos hombres drogaron, ataron y luego abusaron de la religiosa.
  • La persecución a los cristianos ha aumentado desde que subió al poder el partido fundamentalista hindú Bharatiya Janata Party.
  • El primer ministro indio, Narendra Modi, consiente dicha persecución y no mueve un dedo para evitarla.
La persecución a los cristianos en la India no cesa, sino que va en aumento, sobre todo a raíz de la llegada al poder del partido fundamentalista hindú Bharatiya Janata Party, el del primer ministro indio, Narendra Modi, que consiente esa persecución. En ese contexto, todas las instituciones educativas cristianas del Estado de Chhattisgarh cerraron ayer, 1 de julio en protesta por la violación de una monja y para crear conciencia sobre la seguridad de las mujeres en el país. Mons. Victor Henry Thankur, arzobispo de Raipur, ha apoyado el cierre, tras los hechos acontecidos en la noche entre el 19 y el 20 de junio de este año, cuando dos hombres drogaron, ataron, y luego abusaron de una religiosa, informa Asia News. En el acto de protesta participaron alrededor de 30 instituciones educativas administradas por la Iglesia de la India del Norte (CNI), y muchas otras instituciones privadas en el Estado de Chhattisgarh. «El nuestro -dice el prelado- es un cierre simbólico y de protesta, para expresar nuestro dolor y nuestro pesar por lo que ha sucedido, que no es un tema de menor importancia». «Este es un problema - dijo el arzobispo - que afecta a la sociedad civil, y nos sentimos alentados por el apoyo y la solidaridad que la Iglesia Católica está recibiendo de todas las iglesias ecuménicas y también la sociedad laica». Según Mons. Thankur, «la sociedad civil está conmocionada e indignada por la violencia sufrida por la monja y aunque las autoridades están tratando de atrapar a los culpables, el pueblo no se satisface con la lentitud de las investigaciones y quieren que se haga justicia rápidamente». «Alrededor de 30 diferentes organizaciones de la sociedad civil y diversos grupos de derechos de las mujeres -alude el prelado- están trabajando juntos porque, como se suele decir, no es un problema sólo de la Iglesia, sino en relación con las mujeres y toda la humanidad. Estos grupos son incansables en presionar al gobierno para que lleve a cabo investigaciones serias y que los autores sean capturados». «Me he encontrado con la hermana -explica Mons. Thankur- y vi que su fe es inquebrantable. A pesar de que sufrió un trauma su dedicación y su compromiso con la misión es resuelta. Está llena de coraje. La hermana está a la espera de que los culpables sean llevados ante la justicia, para que se dé una fuerte señal a los autores de estos crímenes atroces contra la mujer, y continuará en el servicio desinteresado por la dignidad y la igualdad de las mujeres y las niñas». José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com