El pasado sábado se produjo un incendio en la catedral de San Pedro y San Pablo en Nantes (Francia) que irremediablemente hizo recordar el que tuvo lugar el 15 de abril de 2019 en la catedral de Notre Dame de París. La Fiscalía ha abierto una investigación por “incendio voluntario” y se detuvo a un voluntario que ya ha sido puesto en libertad sin cargos. Sin embargo, conviene recordar que los ataques a iglesias en Francia no son nuevos y aprovechan que más de 5.000 templos están en un estado lamentable de conservación, como informó ABC hace unas semanas.

El incendio de la catedral de Nantes no ha provocado daños estructurales, pero las llamas han destruido el gran órgano del siglo XV, algunas vidrieras y un cuadro de Hippolyte Flandrin del siglo XIX. Se trata del segundo que sufre el templo, tras el que tuvo lugar el 28 de enero de 1972 y que fue provocado por el soplete de un obrero que realizaba trabajos de restauración, aunque, afortunadamente, con menores consecuencias: el incendio de 1972 provocó que el templo estuviera cerrado para el culto hasta 1985.

El primer ministro francés, Jean Castex, visitó Nantes el pasado sábado y prometió la ayuda del Estado para recuperar el templo gótico

Entre los años 2016 y 2018, casi tres iglesias por día sufrieron ataques vandálicos, incluyendo incendios, según un informe del Servicio Central de Inteligencia Criminal (SCRC) de la gendamería recogido por Le Figaro. A esto hay que sumar que a principios de 2019, en una sola semana fueron atacadas 12 iglesias, con varias profanaciones, entre ellas: la iglesia de Saint-Sulpice en París, la de Notre Dame de Dijon y la de Lavaur. A estas se suma el desagradable ataque en la iglesia de Notre-Dame des Enfants de Nimes, donde los vándalos robaron objetos del atar e hicieron dibujos con excrementos en la pared, o el que sufrió la basílica de Saint-Denis en París, donde el órgano sufrió graves daños y se rompieron vidrieras. Y no se puede olvidar el incendio de la catedral de Notre Dame de París, aunque en este caso no se abrió investigación y sólo se habló de accidente.

Ahora en la catedral de Nantes, el tema es algo distinto y desde el principio se ha sospechado que el incendio pudo ser provocado, dado que había tres focos en sitios diferentes, pero tampoco se ha descartado por completo la posibilidad de un cortocircuito accidental como origen de las llamas. Se ha llegado a detener a un refugiado ruandés de 39 años, que es un voluntario y monaguillo del templo y el encargado de cerrarlo los viernes, por las incoherencias de sus declaraciones, pero al final se le ha puesto en libertad sin cargos al no hallarse ninguna prueba en su contra. 

El primer ministro francés, Jean Castex, visitó Nantes el pasado sábado y prometió la ayuda del Estado para recuperar el templo gótico, que es otro símbolo histórico de la gran arquitectura religiosa francesa y europea. El Estado es dueño de las 86 catedrales, pero debería hacer más por el mantenimiento de los templos: más de 5.000 están en un estado lamentable de conservación de los 42.000 que hay, y de estos, más de la mitad tienen distintas degradaciones, como explicaron desde el Observatorio de Patrimonio Religioso (OPR) al ABC... por lo que son el escenario perfecto para robos, profanaciones e incendios.