Ikea deberá pagar 1,1 millones de euros en Francia por espiar datos de unos 400 trabajadores, representantes sindicales, aspirantes a empleo e incluso clientes en disputa con la empresa entre el 2009 y el 2012, aunque se sospecha que las prácticas se remontaban al 2000, recoge La Vanguardia.  

El Tribunal Correccional de Versailles acusó a la cadena de tiendas de “vigilancia masiva”. Con ella conseguía de forma fraudulenta datos de antecedentes penales, del estilo de vida y del patrimonio de individuos que interesaran. También ha condenado a varios exdirectivos, entre ellos un director general, con multas y penas de prisión.

Ingka Group, la matriz, afirma que la empresa “ha condenado fuertemente los hechos, ha pedido perdón y ha implantado un amplio plan para prevenir que vuelva a suceder

En concreto, la filial fue condenada por recibir información personal obtenida de forma fraudulenta de forma continuada. Pagará un millón en multas y 100.000 en indemnizaciones, añade La Vanguardia.

Ingka Group, la matriz, afirma que la empresa “ha condenado fuertemente los hechos, ha pedido perdón y ha implantado un amplio plan para prevenir que vuelva a suceder”.

La empresa tendrá que indemnizar a los espiados con entre 1.000 y 10.000 euros. Cantidades que no llevarán a que las empresas “cambien su comportamiento”, criticó Alexis Perrin, representante de los sindicatos de la región del Ródano. “Es un gran paso en la defensa de los ciudadanos”, comentó por su parte Adel Amara, exempleado que ayudó a exponer las malas prácticas, recoge también La Vanguardia.