En un año que ha sido especialmente complicado, el 2019, debido a las caídas de los precios de la fibra de celulosa y la desaceleración de la economía a nivel mundial, que ha influido en la demanda del papel de impresión y escritura, Iberpapel ha alcanzado un beneficio neto de 21,7 millones de euros, lo que implica un descenso del 14%.

El grupo también se vio afectado por la huelga del sector papelero guipuzcoano en los meses de junio y julio.

En este complejo contexto, Iberpapel ha defendido razonablemente bien su EBITDA, que en 2019 se ha situado en 37 millones de euros, un 9,57% menos que en 2018. El importe neto de la cifra de negocios fue de 213,5 millones de euros, un ligero descenso de 3,44%, frente a los 221,1 millones de euros del ejercicio 2018, informa la compañía.