El futuro de la central de Almaraz depende de lo que decidan sus tres propietarios, Endesa (36%), Iberdrola (53%) y Naturgy (11%), pero a falta de un acuerdo a tres, Ignacio Galán y Francisco Reynés, aliados frente a la filial de Enel, aceptan una prórroga de cinco años de las centrales, según fuentes consultadas por Hispanidad.

Es la nueva propuesta a dúo mientras todas las miradas en el sector siguen pendientes de la central extremeña, que tiene de plazo hasta marzo para solicitar la renovación y seguir funcionando más allá de su vida útil (2023 o 2024, según la unidad).

Almaraz genera actualmente el 6% de la energía consumida en España, pero su futuro cuelga de un acuerdo entre las tres grandes eléctricas -se reunirán con ese objetivo a finales de mes-, conscientes, en paralelo, de que han invertido 600 millones en esa central, en los últimos diez años, para que siga a punto.

El futuro de depende tanto de una decisión política como del acuerdo entre propietarias, que no ha sido posible hasta el momento

El objetivo de Endesa hasta ahora era ir más lejos y prorrogar 10 años la vida de las centrales, pero considera la propuesta de los cinco años, una especie de ni para ti ni para mi, según las mismas fuentes. Al Gobierno le vendría bien, porque la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, no ha encontrado todavía un recambio a la energía nuclear, que fue en 2018, un año más, líder de generación eléctrica. Ahora bien, Endesa, Iberdrola y Naturgy deben llegar a un acuerdo unánime, como marca la ley.

Los siete reactores nucleares, con sólo el 7,09% del total de la potencia instalada, produjeron 53.216 GWh netos; el 20,39% de la energía consumida, según las cifras presentadas este jueves por Ignacio Araluce, presidente del Foro Nuclear (en la gráfico adjunto).

liderazgo de la nuclear en 2018

Para Araluce, no hay duda del papel clave que puede jugar la nuclear en la transición energética, tanto por el peso mencionado como porque no contamina. La producción nuclear supuso el año pasado el 34,42% de la electricidad sin emisiones contaminantes. O sea, es la fuente que más ha contribuido a evitado el lanzamiento de CO2 a la atmósfera. Ahora bien, el futuro de depende tanto de una decisión política como del acuerdo entre propietarias, que no ha sido posible hasta el momento.

La solución a las centrales, en cualquier caso, puede pasar por el reparto de las centrales, con el intercambio de activos, algo que sobre el papel parece fácil, pero no lo es. Depende de la valoración de los activos, las inversiones que requieren las centrales, las retribuciones que obtengan para garantizar la rentabilidad o la dotación de fondos para el desmantelamiento posterior, cuya gestión corresponde a Enresa, y dispone sólo de la mitad de lo que necesita.