Iberdrola quiere hacerse con Eletropaulo, la mayor distribuidora eléctrica brasileña, pero ha tropezado en ese empeño con la italiana Enel, dueña de Endesa, que quiere lo mismo. Han entrado así en una guerra de opas y la solución pasa necesariamente por poner más dinero, algo que ya estudia la española. De momento, el gran beneficado es la propia Eletropaulo, que se ha disparado casi un 25% en bolsa. 

La eléctrica que preside Sánchez Galán había trazado un camino para controlar Eletropaulo, en encaja con su estrategia en Brasil, uno de los sus mercados estratégicos. Se había comprometido, en concreto, a suscribir toda la ampliación de capital en Eletropaulo, del  40,4% -enmarcada en una oferta pública de suscripción (OPS)- y, en paralelo, lanzar una OPA, a través de su filial Neonergia, de hasta el 100%, con un desembolso entre 921 y 1.400 millones de euros. Por la primera vía, podría controlar un 80%, por la otra, el resto.  

Brasil es uno de los mercados estratégicos de Iberdola y Eletropaulo, el mejor complemento para Neonergia

La reacción de la italiana ha sido rápida, por la misma razón: Iberoamérica, y por supuesto Brasil, se han convertido, después del vaciamiento de Endesa, en uno de sus fuertes para nutrir sus resultados, como en 2017.

Por eso, su rápida reacción, con una contraopa que mejora en un 9,7% la de Neoenergia para hacerse con uno de grandes operadores brasileños. El Consejo de Aministración de Elecropaulo ha respondido que estudiará la oferta, aunque ya tenía un acuerdo con Iberdrola.

Enel ha convertido la región donde fue fuerte Endesa en mercado clave para nutrir sus resultados

Esa contraoferta obliga a Iberdrola a poner más dinero (entre 989 y 1.535 millones de euros), teniendo en cuenta la ley brasileña que marca un 5% al menos en la mejore entre opa y opa, y las propias peculiaridades de Eletropaulo, importante por la población que atiende (18 millones de habitantes en 24 municipios de Sao Paolo, la capital y el área que cubre, con 7,2 millones de puntos de suministro) y el complemento que necesita su filial para sumar sin competir, porque trabajan en regiones distintas.

Iberdrola fusionó en agosto sus inversiones en Brasil, Elektro y Neoenergia, en la nueva sociedad, aunque se frustró su salida a bolsa posterior por las discrepancias en los precios de sus socios, Banco do Brasil y Previ, que quedaron atrapados sine die, por el escenario que simpre complican una elecciones (octubre de este año). La suspensión de la OPV, en diciembre, no afectó a Iberdrola, con la misma posición de control (52,4%).