• En su época, el presunto caso de sobornos le costó el cargo a Ramón de Miguel, secretario de Estado para la UE con Aznar.
  • Además, alguien tenía que pagar el pato en una empresa donde figuraba como administrador hasta el propio Sánchez Galán.
  • Al final, Galán se ha cansando y ha decidido absorber Iberinco.
  • Esto se hace para amortizar una marca desprestigiada y en pérdidas, pero que también fue la primera ingeniería española.
  • Conclusión: gran cabreo entre los 1.500 ingenieros y una orden: no construir para terceros, sólo para Iberdrola.
  • Así se evitan acusaciones de sobornos... pero se reduce el negocio.
En los últimos meses, algo se movía en Iberdrola Ingeniería y Construcción (Iberinco), la que en otro tiempo fuera la primera ingeniería española. Al final, este viernes, Iberdrola ha decidido absorber a su filial para tapar los escándalos. En su época, el presunto caso de sobornos en Letonia le costó el cargo de presidente de Iberinco a Ramón de Miguel, que antes de pasar a la empresa privada fue secretario de Estado para la UE con Aznar. Dicho asunto fue un proceso serio (hubo denuncia), pues se habló de sobornos para adjudicarse la construcción de una central de ciclo combinado en Riga, y por si esto fuera poco, el Banco Mundial expulsó a Iberinco del programa de financiación. Además, alguien tenía que pagar el pato porque figuraba como administrador el propio Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola. Por ese motivo, el Ceo de Iberinco entre 2012 y 2015, Federico de la Hoz, fue cesado y se le relegó a director general de la Fundación Iberdrola. Cargo en el que De la Hoz ha permanecido hasta hace un par de meses. Al final, Galán se ha cansando y ha decidido absorber a Iberinco. Esto se hace para amortizar una marca desprestigiada y en pérdidas (105 millones de euros en 2016), pero que fue la primera ingeniería española. Conclusión: hay un gran cabreo entre los 1.500 ingenieros, a los que se les ha bajado el sueldo (en realidad se les ha congelado, pero con la inflación al alza pierden poder adquisitivo; eso sí, tendrán luz gratis) y una orden: no construir para terceros, sólo para Iberdrola. Así se evitan acusaciones de sobornos, problemas de sobrecostes y posteriores arbitrajes internacionales (como los que ha tenido en Argelia, Kenia y EEUU) y se reduce el negocio. Por ahora no se esperan reducciones de empleo... Cristina Martín cristina@hispanidad.com