• En vísperas de que expire el plazo legal para que la Fundación reduzca su participación por debajo del 40%.
  • La medida de la CNMV de considerar los títulos de los bancos como de alto riesgo es positivo: exige más transparencia.
  • Ibercaja quiere seguir siendo independiente, sobre todo de entidades catalanas.

Ibercaja nunca ha querido dejar de ser una caja de ahorros. Si actualmente hay que hablar de Ibercaja Banco es por imperativo legal y no por una decisión voluntaria. De hecho, el 87% de su capital están en manos de la Fundación Ibercaja que preside Amado Franco. Sí, es un banco pero mantiene su espíritu de caja. Ahora bien, la ley marca que el 1 de enero de 2021, la participación de la Fundación debe estar por debajo del 40%. O eso, o construir un fondo de reserva, obligatorio para todas aquellas fundaciones bancarias que controlen bancos, tal y como pretende, por ejemplo, Kutxabank. Es una buena opción, pero mucho más costosa. Y una tercera posibilidad: buscar un fondo, o varios fondos, que compren el 50% de la participación de la Fundación en el banco. Al final, Ibercaja saldrá a bolsa, pero no lo hará hasta 2020, en vísperas de que expire el plazo legal mencionado antes. Ese es el objetivo del Plan Estratégico 2018-2020 que ha presentado la entidad este sábado ante 1.500 directivos del banco y ante los medios de comunicación. Idea principal: Ibercaja quiere seguir siendo independiente. La entidad que preside José Luis Aguirre y que dirige Víctor Iglesias (en la imagen, de izquierda a derecha) no contempla comprar otra entidad ni, por supuesto, ser comprada por otra entidad, tampoco catalana. Por cierto, a Iglesias no le parece negativo que la CNMV considere los títulos bancarios como títulos de alto riesgo. Es más, opina que es algo positivo porque exigirá a las entidades a ser más transparentes. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com