HSBC afronta un año terrible después destinar 2.797 millones de euros a provisiones por el coronavirus y de reducir en un 56,8% el beneficio hasta marzo. Las previsiones para el resto del ejercicio son muy negativas, entre otras razones porque los clientes del banco británico, grandes corporaciones, principalmente, ya están experimentando muchas dificultades para mantener su actividad habitual. Y esto no ha hecho más que empezar. La entidad prevé que las provisiones podrían ascender hasta los 11.000 millones de dólares.

“Planeamos reducir los gastos operativos para mitigar, en parte, la reducción de los ingresos y tenemos la intención de continuar ejerciendo disciplina de costes, mientras mantenemos la inversión estratégica”, ha señalado el banco este martes, en un comunicado. Las perspectivas no son buenas a pesar del esfuerzo. “Se espera que estos factores conduzcan a una rentabilidad significativamente menor en 2020”, concluye.