Cientos de miles de manifestantes marcharon por Hong Kong ayer para oponerse a un proyecto de ley que permitiría la extradición de personas a la China continental para afrontar cargos allí. La enorme protesta se llevó a cabo tres días antes de que el gobierno de este territorio semiautónomo presente la propuesta al pleno de la legislatura, en un intento de que sea aprobada a final de mes. La policía indicó que unas 240.000 personas participaron en la movilización, mientras que los organizadores informaron de la presencia de un millón de manifestantes, recoge Hoy.

Se trata de una de las manifestaciones más grandes en la historia reciente de Hong Kong, y resalta los temores de la creciente influencia de China sobre la excolonia británica. Aparentemente fue todavía de mayor magnitud que la enorme marcha a favor de la democracia que se realizó en 2003 para oponerse a una propuesta de ley de seguridad nacional, según periodistas de The Associated Press que cubrieron ambos eventos.

Pero, un día después de que un millón de personas se manifestaran en las calles de Hong Kong contra los cambios propuestos a la ley de extradición, la jefa del ejecutivo autónomo, Carrie Lam, ha insistido en que no importa cuánta gente proteste: mantendrá, pase lo que pase, el proyecto de ley que por primera vez permitirá a la excolonia británica entregar fugitivos a China, añade El País.