El Gobierno holandés ha decidido bajar los impuestos. El ministro de Finanzas, Wopke Hoesktra, presentó ayer en la inauguración del año parlamentario el proyecto de las cuentas anuales para 2020 en las que el Gobierno propone reducir el superávit en un punto de PIB, del 1,2% a tan solo el 0,2%, dejando a un lado su habitual disciplina fiscal para encarar la progresiva ralentización económica y proteger el “sólido” crecimiento económico del país, según declaró Hoesktra. Se prevé que el PIB crezca un 1,8% este año y un 1,5% el que viene, pero el país, muy expuesto a Reino Unido, podría sufrir un fuerte revés en caso de darse un Brexit duro, informa Cinco Días.

Entre las principales líneas maestras anunciadas por el Ejecutivo de centro-derecha está la contundente rebaja de impuestos a los hogares holandeses que costará a las arcas públicas 3.000 millones de euros al año. A ello se suma un importante programa de inversiones, de 5.600 millones de anuales en vivienda, infraestructuras y transporte, entre otros, con lo que la deuda se reducirá por debajo del 50% del PIB. Propone, además, crear un fondo de inversión soberano para sacar provecho de sus emisiones de deuda a tipo de interés negativo, añade Cinco Días.