• En el último debate, recalca que "los Gobiernos no tienen ningún derecho a meterse en las decisiones de las mujeres".
  • No renovará la Enmienda Hyde: no restringirá el uso de ciertos fondos federales para pagar abortos.
  • Alucinante: Catholic for Choice (CFC) ve los fondos públicos para el aborto como "un valor de la justicia social católica".
  • El lobby demócrata CFC avisa a la jerarquía de EEUU: la mayoría de votantes católicos escucha a su conciencia, no a su obispo.
  • Y ahora, Hillary se ha creado otro grupo de sabotaje similar a CFC, para destruir a la Iglesia desde dentro: "cristianos por la alianza con el bien común".
  • El arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, advierte: el Gobierno Obama ha sido "el más hostil a los creyentes. Pero todo puede empeorar".
Tras el último debate de los candidatos a presidir EEUU, Hillary Clinton (en la imagen junto a Barack Obama) y Donald Trump, parece que está todo el pescado vendido de cara a las elecciones del 8 de noviembre, amañadas de antemano. Por ello, conviene destacar que la candidata demócrata está contra el Papa: tiene el respaldo del Nuevo Orden Mundial (NOM) -la nueva masonería anticristiana- y es aún más abortera y anticatólica que Barack Obama, así que ¡prepárense! Recuerden que estos días les contábamos que los demócratas han creado un grupo de presión para dividir a los católicos americanos (Cristianos en Alianza por el Bien Común), a imagen del lobby abortista Catholics for Choice (CFC). Este último promociona a la mayor abortera del mundo, Planned Parenthood, y es uno de los financiadores de la campaña de Hillary (que se sepa, ya han aportado 50 millones de dólares). En el último debate, ha salido el tema del aborto. Hillary, cómo no, gran abanderada del derecho a decidir, ha recalcado que "los Gobiernos no tienen ningún derecho a meterse en las decisiones de mujeres que tienen que tomar ellas". Mientras, Trump ha criticado su apoyo a la interrupción del embarazo en los últimos meses de gestación. En el caso de que Hillary logre la presidencia de EEUU el próximo 8 de noviembre, como apuntan todos los pronósticos, se sabe que no tiene intención de renovar la Enmienda Hyde. Por lo tanto, no pondrá coto al pago de abortos con fondos públicos. La Enmienda Hyde es una disposición legislativa, impulsada por el congresista republicano Henry Hide en 1976, que restringe el uso de ciertos fondos federales para pagar abortos con excepciones para los casos de incesto y violación (estas dos excepciones fueron incluidas en 1993, precisamente cuando el marido de Hillary, Bill Clinton, presidía EEUU). Se aplica sólo a fondos del Departamento de salud y servicios humanos, afectando principalmente al Medicaid (programa de seguros de salud del Gobierno para la gente necesitada) y por tanto, a las mujeres pobres. Hace unos días, el lobby abortista Catholics for Choice (CFC) señalaba en su Twitter que "el trabajo de Planned Parenthood's ejemplifica la tradición de justicia social católica". Una afirmación alucinante, pues la mayor abortera del mundo vende tejidos y órganos de fetos abortados, pero no la única que encontramos. CFC menciona a Heather, una católica practicante que "valora su fe católica y cree que todas las mujeres merecen tener acceso a la atención en el #aborto" y enlaza a la web 'De Buena Fe'. Allí, Heather se muestra a favor del derecho a decidir y habla del aborto como "un procedimiento médico y legal que debe ser tratado igual que cualquier otro procedimiento médico legal". Por si esto fuera poco, la web subraya que "los fondos públicos para el aborto son un valor de la justicia social católica" e invitan a mostrarse a favor de esto. Tremendo, ¿cómo la Iglesia va a amparar que se pague por causar la muerte de inocentes vidas humanas? El lobby demócrata no contento con todo esto va todavía más allá y avisó a la jerarquía católica de EEUU. En concreto, tuiteó: "la mayoría de votantes católicos escucha a su conciencia, no a su obispo, al emitir su voto". Otro ataque anticatólico más de los demócratas, pues la propia Hillary apeló al poder coercitivo de los Gobiernos para cambiar los principios religiosos, lo que atenta contra la libertad religiosa. Por tanto, sí hay teoría de la conspiración, como refirió el padre Santiago Martín. Claro que los católicos tampoco han sido bien tratados por Obama. Recuerden que su primer acto como presidente fue para ayudar a la investigación con embriones humanos -la gran estafa científica-, cerró la embajada de EEUU en el Vaticano y se enfrentó a la Iglesia con su gran proyecto del Medicare porque ésta se oponía a que se obligara a los hospitales a practicar abortos. Al hilo de esto, el arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, advirtió que el Gobierno Obama "ha sido el más tenazmente hostil, desde generaciones, a los creyentes, a la libertad religiosa y a las instituciones y preocupaciones religiosas". "Pero todo puede empeorar", añadió, a la luz del contenido de los e-mails anticatólicos del equipo de Hillary filtrados por Wikileaks. Cristina Martín cristina@hispanidad.com