Hillary Clinton asegura que va a apoyar a Bernie Sanders, el rojo de  Vermont, con Massachusetts, la cuna de los pijiprogres de América. Una figura cada día más habitual, al modelo gringo, que no tiene nada que ver con el modelo hispano. Quiero decir que el pijiprogre español, por antonomasia, es don Pablo Iglesias y su señá Irene, pero mientras estos pasaron de progres a pijos, de Vallecas a Galapagar, la trayectoria de Sanders es la opuesta, pasó de pijo a progre: pijo de nacimiento y progre de vocación. En ninguno de los dos casos, sin embargo, la condición de pijo anula a la de progre y, sobre todo, la condición de progre jamás anula a la de pijo. Vamos, que ni Bernie quiere abandonar su condición de millonario, que le viene de cuna, ni Pablo quiere retirarse de su recién adquirirá condición de millonario con casoplón en Galapagar, chófer y escolta.

Volvamos a Hillary, quien ha dicho que piensa a apoyar a Bernie porque lo que hay que hacer es echar a Donald Trump. La verdad es que a lo mejor Bernie no quiere que Hillary le apoye pero lo que está claro es que la señora Clinton coincide aquí con un odiado Donald Trump: ambos desean que Bernie sea el candidato demócrata a la Casa Blanca. El podemita ochentón no tiene media torta frente a los republicanos.  

No confundir a los piji-progres españoles (Sanders) con los norteamericanos

Así coinciden dos viejos enemigos, como Hillary con Donald Trump. En efecto, Donald Trump también apoya a Sanders en las primarias demócratas, porque el podemita Bernie no tiene media torta en unas presidenciales, mientras que otros, como el siniestro Bloomberg, o el sinuoso Joe Biden… por ellos se puede apostar. Así que Hillary y Donald coinciden… por primera vez.

El drama de Estados Unidos es que el Partido Demócrata se ha vuelto progre y -¡ay madre!- está trufado de católicos progres, gente aún más tonta que los feministos (varones feministas).

Y no olvidemos que Trump se ha convertido en el único defensor poderoso con el que cuenta el ser humano más inocente y más indefenso: el concebido y no nacido.