Heineken ganó 936 millones de euros hasta junio, un 1,4% menos respecto de la primera mitad del año pasado, según informó la compañía.

Y es que los ingresos crecieron un 5,9% en ese mismo periodo, hasta 13.597 millones de euros, con un crecimiento del 11,4% en Europa, hasta 6.396 millones, y del 8,8% en América, hasta 3.640 millones, mientras que en Asia Pacífico, la facturación creció un 13%, hasta 1.950 millones.

Eso sí: los gastos llegaron a los 9.873 millones de euros, un 5,4% más.

Por su parte, el beneficio operativo de la cervecera holandesa creció un 13,1%, hasta 1.648 millones.

"Los ingresos por hectolitro aumentaron un 3%, mientras que el crecimiento del volumen en el segundo trimestre se vio afectado negativamente por la climatología en Europa y la comparativa con el Mundial de fútbol del año pasado", declaró Jean-François van Boxmeer, presidente y consejero delegado, añadiendo que su resultado operativo bruto se vio lastrado por el impacto de la inflación de costes.