Explicábamos ayer en Hispanidad, la nueva mentira del Gobierno de Pedro Sánchez que se plantea en forma de chantaje: como no me dejáis permanecer en Moncloa y de la forma en que yo quiero, convocaré elecciones.

Para mantenerse en Moncloa, no puede reducir el gasto público y sin más recaudación no puede mantener las pensiones ni su llamado 'gasto social'

En el entretanto, con informe de la Abogacía del Estado de por medio, informe de conclusiones, verdaderas o malinterpretadas, ya filtradas a El País, el Ejecutivo asegura que no puede traspasar fondos a las Comunidades Autónomas porque la pérfida derecha no inviste presidente a don Pedro Sánchez.

Un grandísimo embuste, por cuanto el Ejecutivo está en funciones pero el Parlamento no.

Nueva mentira del Ejecutivo: Hacienda sí puede trasferir fondos a las CCAA: el Parlamento no está en funciones

En cualquier caso, lo importante no es cómo se reparten los fondos, sino de cuántos fondos se dispone. La noticia está aquí, que no allí. Es decir: la ministra María Jesús Montero trabaja en una subida impositiva general, dado que, como no está dispuesta a adornar la impopular reducción de las prestaciones públicas, Pedro Sánchez, imitando a su predecesor Zapatero, pretende permanecer en Moncloa a costa de colapsar la economía española con nuevos gravámenes. No reducirá el llamado gasto social, es decir, las subvenciones públicas, especialmente dedicado a su soporte electoral y a los que viven de las subvenciones públicas. Y mantendrá, e incluso aumentará, ese gasto social a costa de freír a impuestos a la España productiva y de volver a bloquear, como hizo Zapatero, la economía española.

En cuanto Sánchez se asegure su puesto en Moncloa habrá trasferencias a las CCAA y, no lo duden, habrá subida de impuestos

En materia económica la próxima legislatura, con elecciones o no, será, si gana Sánchez, sólo eso: un subidón generalizado de impuestos. Cuando Hispanidad le preguntó a la ministra portavoz, Isabel Celaá, si el Gobierno preparaba una subida de impuestos, la respuesta no fue a la vasca, sino a la gallega: “es una pregunta fácil de formular pero difícil de responder”.

Cierto: es difícil de responder porque se está ocultando la verdad a los españoles.

Eso sí, más impuestos pero con eutanasia y otras medidas muy progresistas. Que, encima, suelen resultar carísimas.