El secretario general de la ONU, António Guterres, ha advertido a los líderes mundiales sobre los riesgos del auge del populismo en la apertura de la Asamblea General. "Los valores universales están erosionándose. Los principios democráticos están bajo asedio. El Estado de Derecho está siendo minado. La impunidad está en alza, con líderes y Estados empujando los límites en casa y en la arena internacional", ha destacado el portugués, en un discurso en el que ha descrito un "mundo cada vez más caótico", recoge RTVE.

En una pesimista descripción del mundo actual, Guterres ha destacado que la gente "está perdiendo la esperanza" en las instituciones y sufriendo por el aumento de la desigualdad. También ha lamentado la dificultad en materia de "cooperación" a nivel mundial al destacar la "gravedad" de las diferencias en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Tenemos la obligación de cambiar este rumbo y de resolver los desafíos que se nos plantean

"Tenemos la obligación de cambiar este rumbo y de resolver los desafíos que se nos plantean. Debemos movernos basándonos en hechos, no por miedo y apoyándonos en la razón y no en ilusiones", ha insistido, en un discurso en el que ha destacado la problemática migratoria y los riesgos del cambio climático, que se debatirán en una cumbre en septiembre de 2019.

El líder de la ONU ha recordado que, aunque "los líderes tienen el deber de avanzar en el bienestar de su pueblo", también han de "promover y apoyar un sistema multilateral fortalecido y reformado".

Sin señalar ni culpar a ningún país, el líder de la ONU ha llamado así a una mayor cooperación ante la creciente «política del pesimismo»

Con respecto a la crisis política en la gestión migratoria, Guterres ha criticado que migrantes y refugiados sigan "enfrentándose a la discriminación y la demagogia en el contexto de una cooperación internacionales claramente insuficiente". Para el líder de la ONU, los gobiernos que perciben a sus vecinos como una "amenaza" están provocando "una amenaza donde no la había"; y los que cierran sus fronteras, alentan el trabajo de los traficantes de personas.

Ahora, relean todo lo anterior y caerán en la cuenta de que el portugués está confundiendo ley con justicia. Y el problema es que a veces la leyes que nos exigen cumplir son injustas. ¿Y entonces? Cuando se habla de valores, debemos explicar de qué valores hablamos.