António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), declaró hoy que la actual crisis mundial a causa de del nuevo coronavirus “no es una crisis financiera, es una crisis humana” y la “más difícil” a la que se enfrenta el mundo desde la Segunda Guerra Mundial, recoge la Agencia Cubana de Noticias.

El líder de la ONU presentó un informe que describe la magnitud del problema, la gravedad de los casos y la desarticulación económica y social que provoca el virus, cuyo avance alcanza ya a 700.000 personas contagiadas y más de 33.000 muertas en 204 países, áreas y territorios, publica el sitio web oficial de la ONU.

El titular de las Naciones Unidas presentó un plan para afrontar el impacto socioeconómico de la pandemia de la COVID-19, que incluye el establecimiento de un fondo mundial para apoyar a los países de renta mediana y baja.

“La sociedades se encuentran en un estado de agitación y las economías caen en picado. Tenemos que responder unidos y de forma decisiva para abordar la devastación socioeconómica que el virus está causando en todas las regiones”, dijo Guterres.

El líder de la ONU presentó un informe sobre la pandemia, que considera la mayor crisis desde la II Guerra  Mundial

Igualmente, expresó que la COVID-19 constituye el mayor desafío que ha tenido que encarar dicha organización internacional desde su fundación en 1945, la cual “requiere una acción coordinada, decisiva, incluyente e innovadora de las economías líderes y demanda un enorme apoyo financiero y técnico a los países y poblaciones más pobres y vulnerables del mundo”.

La divulgación de este informe de la ONU ocurrió precisamente después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunciara que la economía mundial ha entrado en una etapa de recesión tan aguda o peor que la de 2009, que siguió a la crisis financiera global.

Para implementar el plan, anunció el establecimiento del Fondo de Respuesta y Recuperación COVID-19, que ayudaría a financiar tres objetivos: atajar la emergencia de salud, enfocarse en el impacto social y la respuesta económica para la recuperación y ayudar a los países a lograr una recuperación con capacidades fortalecidas.

Finalmente, el secretario general insistió en la necesidad mundial de solidaridad. “Con solidaridad podemos derrotar al virus y construir un mundo mejor”, concluyó.