• Y tiene razón: una comisaría de segunda, la de Cañete, y ningún representante en el BCE desde la salida de González Paramo en 2012.
  • También aspira al cargo porque España ha pasado en tres años de estar al borde del colapso a crecer el doble que la zona euro.
  • Y ¿sobre los apoyos?: "Se tienen, pero no se cuentan" y, además no ha oído decir "a muchos países a quién apoyan o no".
España se merece presidir el Eurogrupo, ha dicho este martes en Santander el ministro de Economía, Luis de Guindos, haciéndose valer para el cargo. Confía en imponerse al socialista holandés Jeroen Dijsselbloem, aspirante a repetir, pero no ha desvelado la pregunta del millón: los apoyos con que cuenta. Además, su ministerio, hoy también, ha presentado formalmente su candidatura con una carta en inglés enviada a sus socios europeos. Aquí paz y después gloria. El Eurogrupo está convocado para este jueves y ahí se podría saber algo más, aunque pesa en exceso en estos momentos la pésima situación griega, agravada por el suspense en las negociaciones para el rescate, y hay margen de tiempo porque el mandato de Dijsselbloem acaba el julio. En la carta Guidos explica las credenciales con las que España aspira al cargo, y en esa línea ha abundado también el propio ministro: qué mejor que presida ese organismo un país que ha pasado de estar al borde del colapso financiero, a crecer, tres años después, el doble que la zona euro. Es preferible a que lo haga un país con triple A, ha dicho. En suma, que España puede presidir el Eurogrupo, porque ha sido capaz de dar un giro en su política económica, y se lo merece, porque está infrarrepresentada en las instituciones comunitarias. En eso no se equivoca: la representación en la Comisión Europea quedó en la poquedad de la cartera de Energía y Cambio Climático, en manos de Arias Cañete, y en el BCE no hay representante española desde la salida de González Páramo en 2012. Pero una cosa es el deseo y el anhelo y otra que sea convierta en realidad. Y eso sólo depende de los apoyos. Dijsselbloem apeló en ese sentido, el mismo día en que anunció su candidatura a la reelección, a que al final "una mayoría simple en la votación es suficiente". Guindos ya aspiró a presidir el Eurogrupo el año pasado y contó entonces con el respaldo alemán. La propia Angela Merkel defendió su candidatura con piropos incluidos. Guindos no ha querido entrar al trapo en esta cuestión. Ha dicho que los apoyos "se tienen, pero no se cuentan". Eso sí, compatibilizaría, si es elegido, la cartera económica en España con el cargo en el Eurogrupo. Dijsselbloem cuenta en principio con el aval de Francia e Italia, pero Guindos ha matizado que no ha oído "a muchos países decir a quién apoyan o no". En la carta enviada a los socios europeos, Guindos explica cuáles son sus prioridades: fortalecer la coordinación política, fomentar las reformas estructurales a favor del empleo y el crecimiento, garantizar unas finanzas públicas sostenibles y completar en lo que pueda tanto la Unión Bancaria como la Unión Monetaria y Económica. Y antes, la misiva pone énfasis en la experiencia y liderazgo político de Guindos en el euro y en los logros de España para salir de la crisis, "la más grave de su historia moderna en un breve periodo de tiempo". España ha pasado de ser una fuente de preocupación, explica, a recortar el déficit público a la mitad y a contar de nuevo con la solidez de los bancos. Ese cambio, se explica, ha sido posible gracias a "unas reformas de largo alcance y a los esfuerzos de la población española". Y todo ello es muy valioso para el cometido a largo plazo del Eurogrupo. En el horizonte está completar la unión monetaria y económica y consolidar un proyecto político". Rafael Esparza rafael@hispanidad.com