Es la guerra de los pendones. El Tribunal Supremo a un lado, el lobby gay y nuestra clase política al otro. En un edificio público no se pueden colgar otras banderas que las oficiales, asegura el muy alto Tribunal. Tampoco de forma temporal. En el otro bando, los partidos políticos españoles, gobiernos y hasta la benemérita, se han apuntado a una carrera por ver quién obsequia más y mejor a los gays.

El Partido Popular se ha sumado, a través de Twitter, a la celebración del Orgullo Gay. Así, ha difundido en redes sociales un mensaje con el lema «Ama a quien quieras y como quieras«, que identifica los colores de la bandera del arcoíris con los siguientes valores: amor, respeto, diversidad, tolerancia, libertad e inclusión. Todo ello, con la etiqueta #DíadelOrgulloLGTBI.

También se han unido a la celebración las Nuevas Generaciones del PP, con el siguiente mensaje: «A quien quiera que quieras, NNGG te quiere #OrgulloLGTBI».

A Pablo Casado debe haberle ocurrido como a los podemitas Ada Colau y José María Gónzalez, "Kichi"... no se han enterado de la sentencia del Tribunal Supremo que prohibe colocar bandera alguna que no sea oficial en los ayuntamientos españoles.

Aunque "Kichi" a estas alturas ya debe tener clara la obligación de retirar del consistorio que lidera la bandera LGTBI que colocó recientemente. En su caso, el juzgado de lo Contencioso-administrativo número 1 de Cádiz ha ordenado al Ayuntamiento de la ciudad retirar la bandera LGTBI colocada en el balcón del Consistorio con motivo del "Día del Orgullo". La juez accede a la petición de medida cautelarísima solicitada por la asociación Abogados Cristianos, que interpuso una querella contra el edil gaditano. 

Mientras, en Valladolid, el presidente de la diputación, Conrado Íscar, del PP, también ha colgado la bandera del lobby LGTB en la diputación y se ha hecho fotos en el acto con otros concejales, uno de ellos con la bandera de ideología transexual. Y en Zaragoza, el Gobierno del PP y Ciudadanos de Zaragoza pone la bandera gay pese a la sentencia en contra del Supremo.

En cualquier caso, ¡qué progre es el PP!