La venta a OHL del 32,5% que el Grupo Villar Mir tenía del Proyecto Canalejas supone el final de una etapa y el comienzo de otra. Estamos ante el nuevo GVM, jibarizado, sí, pero financieramente saneado, y menos mal: en 2015, la deuda ascendía a 1.400 millones de euros, algo inasumible para una patrimonial que, se supone, debe tener deuda cero o cercana a cero.

Ahora, y tras la venta -anunciada el lunes por la tarde- a OHL del 32,5% del Proyecto Canalejas por 50 millones de euros, que podrían ser 60 si en un futuro se vende la participación con plusvalías, la deuda de GVM se ha quedado por debajo de 500 millones de euros. Sí, sigue siendo mucho, pero ya no es, ni mucho menos, una situación comprometida.

GVM ha pasado de grupo industrial a sociedad patrimonial... saneada

Y no lo es porque los activos del Grupo, una vez descontada la participación en Canalejas y la presencia en OHL, están valorados en unos 2.000 millones de euros, con Ferrogloble como pilar fundamental -está valorada en unos 900 millones-, seguida de OHL y Fertiberia, con unas valoraciones que rondan los 400 millones cada una. Y de colofón, los activos inmobiliarios del grupo, con valor de entre 300 y 400 millones. En otras palabras, GVM ha pasado de grupo industrial a sociedad patrimonial... saneada.

Por cierto, el dueño del 50% restante del Proyecto Canalejas, Mark Scheinberg, fundador de Poker Stars, no debe estar muy contento con la última operación de Villar Mir. El empresario israelí pagó, en febrero de 2017, 225 millones de euros por algo que hoy, tras la venta a OHL del 32,5%, vale 92,5 millones.

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