• El nuevo Ceo de la compañía, Sundar Pichai, asume el cargo en un momento crucial para  el buscador.
  • Otro reto, más inmediato: responder a las acusaciones de los reguladores europeos.
  • Medios económicos no le faltan: el buscador facturó más de 14.000 millones de euros en el último trimestre.
  • Con su ascenso, Pichai se convierte en un claro sucesor de Page al frente de Alphabet, según algunos analistas.
El nombramiento de Sundar Pichai (en la imagen) como consejero delegado de Google, filial de Alphabet, no ha sorprendido dentro de la compañía. Y es que, en octubre de 2014, el propio Larry Page, co-fundador de la compañía, aseguró que "Sundar tiene una increíble capacidad para ver qué es lo que viene y movilizar equipos alrededor de las cosas que son súper importantes". Ya entonces, en ese octubre, Pichai asumió la dirección de la mayoría de las áreas de productos de Google. En cualquier caso, este ejecutivo de origen indio, de 43 años, asume el cargo en un momento crucial para el buscador: justo cuando Facebook y Amazon amenazan más seriamente el negocio de búsquedas y publicidad. Efectivamente, de un tiempo a esta parte, concretamente desde la implantación generalizada de los teléfonos inteligentes, los usuarios pasan más tiempo en aplicaciones y menos en internet realizando búsquedas. Y en este contexto, Amazon se ha colocado mejor que Google, al permitir comprar productos de una manera más sencilla y rápida, esto es, con menos clics. ¿Y Facebook? En su estrategia para atraer publicidad, la red social asegura que conoce a sus usuarios y que puede llegar a ellos de una manera más precisa que Google. Está claro que Pichai se va a tener que emplear a fondo. Pero antes, el plazo finaliza la próxima del 17 de agosto, va a tener que convencer a las autoridades regulatorias europeas de que el buscador no favorece a sus propios servicios sobre los de sus rivales. Además, si se da el caso, deberá explicar que Google no ha obligado a los fabricantes de teléfonos que utilizan Android a favorecer sus servicios en detrimento de los de los otros. Como se ve, los retos son importantes. Desde luego, medios económicos para sacarlos adelante no le van a faltar. Sólo el buscador facturó más de 14.000 millones de euros durante el último trimestre. Y si tiene éxito, su consideración dentro del grupo será aún mejor. De hecho, ya hay algunos analistas que le ven como el sucesor de Page al frente de Alphabet. Para que eso ocurra, no obstante, Page debería retirarse de la primera línea, cosa que, hoy por hoy, no se contempla. Y el otro fundador de Google, Sergey Brin, algo tendrá que decir, digo yo. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com