• Lo mollar: nada hubiese ocurrido si no se tratara de un monopolio.
  • Eso sí, se queda como asesor técnico.
  • En el horizonte, nuevas medidas en 2018 para asegurar la privacidad de los consumidores.
  • Y la investigación de Android por parte de las autoridades europeas.
Primero, la noticia: Eric Schmidt (en la imagen) ha dimitido -jueves noche en EEUU- como presidente ejecutivo de Alphabet, cargo que ha desempeñado desde 2011 y que asumió después de estar 10 años como Ceo de Google. Ha sido, por tanto, una pieza clave en la compañía y uno de los máximos responsables de que Google sea lo que es actualmente. En cualquier caso, la marcha de Schmidt es solo parcial ya que se queda como asesor técnico. Ahora bien, el buscador afronta un momento delicado en Europa. Recuerden que el pasado verano, Bruselas le impuso una multa de 2.420 millones de euros, la mayor sanción contra una sola empresa. En septiembre, como era de esperar, Alphabet recurrió la multa. Pero lo mollar no es la sanción ni lo que puede venir después. Lo fundamental es que Google es un monopolio. Es decir, nada de esto hubiese ocurrido si el buscador no tuviera esa posición de dominio. Una posición que Bruselas seguirá analizando en 2018, sobre todo en lo referente a Android. ¿Está utilizando este sistema operativo para impulsar sus negocios en móviles, en detrimento de la competencia? Además, está previsto que durante los próximos meses, Europa actualice la regulación acerca de la utilización de los datos privados de los consumidores. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com