El acuerdo de reestructuración de Abengoa va camino de convertirse en el culebrón del verano 2020. Y todo porque los fondos acreedores, principalmente KKR, todavía no han dado su visto bueno al plan presentado por la compañía y cuya firma ha tenido que retrasar hasta en cuatro ocasiones.

El grupo que preside Gonzalo Urquijo ya tiene el sí, tanto de la banca acreedora, capitaneada por el Santander, como del Gobierno, para disponer de una nueva línea de liquidez de 250 millones de euros en créditos con garantía ICO, además de otros 300 millones de euros en avales garantizados por el Cesce.

El problema vuelve a ser la deuda, que en diciembre de 2019 se situó en los 5.948 millones de euros después de aumentar un 5% en un año. Después de tres aplazamientos, KKR y el resto de fondos debían haber firmado el acuerdo de refinanciación el 4 de agosto, pero en su lugar, obligaron a la empresa a retrasarlo 48 horas más. Ya veremos si el jueves 6 se pone fin al culebrón o, por el contrario, se prolonga todavía más.

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