John Kennedy calificaba a los periodistas de ‘bastardos’ y éstos le tildaban de ‘sujeto indeseable’ pero ambos consideraban una penosa obligación el roce cotidiano, inevitable en un gobierno democrático. Pedro Sánchez, a quien tanto le gusta imitar a Kennedy, ha convertido su Ejecutivo en funciones en un gobierno oscuro, que no sin-vergüenza, reconoce su objetivo frentepopulista: socialistas que gobiernan con comunistas y gracias al apoyo de los separatistas catalanes (ERC) y vascos (PNV). Es decir, en formas pretende ser Kennedy pero en el fondo es Largo Caballero.

El periodista, que no el editor, se ha convertido en el enemigo del PSOE, a pesar del pacto con los Señores de la Prensa

Y así, el Gobierno oscuro y vergonzante de Pedro Sánchez ha decidido, al menos en la noche del jueves 26 así lo había decidido, suprimir la comparecencia presidencial de fin de año ante los medios. Es decir, una de las dos comparecencias presidenciales básicas: la de fin de curso y la de fin de año, así como la copa de Navidad con los periodistas, cuando todos los ministros charlan con la prensa en Moncloa, sin límite de tiempo.

En otras palabras, el presidente en funciones empieza a comportarse de forma vergonzante: en España aún no se puede presumir de frentepopulismo y él lo sabe, así que ha decidido volverse ‘discreto’ y suprimir el diálogo: los monólogos, a ser posible en esferas internacionales, le gustan mucho más.

Cada vez menos ruedas de prensa, cada vez menos preguntas, sin canutazos, sin  off de record… la canallesca ninguneada 

El periodista -que no el editor- se ha convertido en el enemigo del PSOE, a pesar del pacto monclovita -otra realidad vergonzante- con los grandes multimedia, con los editores.

Política del PSOE: cada vez menos ruedas de prensa, cada vez menos preguntas, sin canutazos, sin ‘off de record’… la canallesca ninguneada. Es un Gobierno oscuro y opaco, frentepopulista. A lo mejor le funciona.