El nuevo Gobierno de coalición social-comunista va a satisfacer una de las viejas reivindicaciones de los sindicatos. Legislará para que las personas acusadas de formar parte de piquetes violentos durante las huelgas no puedan ser condenadas, como ocurre en la actualidad, a penas de prisión, informa ABC.

Así lo recoge el programa de gobierno firmado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias el pasado 30 de diciembre. En el punto 5.6 del documento, bajo el título de derechos y libertades civiles, al final se puede leer «... y la derogación del artículo 315.3 del Código Penal». La cuestión también fue mencionada, muy de pasada y sin entrar en detalles, por el candidato Sánchez en su discurso de investidura, recuerda este medio.

Los sindicatos y los partidos de izquierda han venido reclamando la derogación del punto 3 de ese artículo del Código Penal porque más de 300 personas, en su mayoría sindicalistas, han sido juzgadas y condenadas a prisión desde hace años por su participación en piquetes violentos en las huelgas generales del 29 de septiembre de 2010, del 29 de marzo de 2012 y el 14 de noviembre de ese año. Fue la primera vez en democracia que los sindicatos convocaron dos huelgas generales en un mismo año, en ambos casos contra el Gobierno de Mariano Rajoy, explica ABC.

No obstante, fuentes consultadas tanto de CC.OO. como de UGT han reconocido a ABC que «al final, ningún acusado ha ingresado en prisión». La mayoría de las veces, porque las condenas no eran elevadas y no conllevaban ir a la cárcel. Otras, porque los tribunales superiores rebajaban o anulaban las condenas. Como sucedió en uno de los casos más mediáticos, el conocido como el de los «ocho de Airbús», en el que la Fiscalía pedía más de 66 años de prisión en total para los acusados por provocar graves altercados en la puerta de la factoría de Getafe y de enfrentarse a la Policía –que realizó varios disparos al aire– durante la huelga general de 2010 contra la reforma laboral de José Luis Rodríguez Zapatero. Finalmente, el juez los absolvió por no quedar probada su participación en los hechos.