• El Ejército de Siria había interrumpido sus ataques en Alepo para hacerles llegar ayuda a esos civiles.
  • El ministro ruso de Exteriores, Lavrov, advirtió de que los rebeldes que no abandonen la ciudad en esta tregua serán tratados como terroristas.
  • El presidente sirio, Bashar el Asad, da por hecho un triunfo de su ejército en la ciudad de Alepo.
El ejército ruso ha asegurado este viernes que, en las últimas 24 horas, ha ayudado a más de 8.000 civiles sirios -entre ellos, al menos 3.000 menores- a abandonar zonas del este de Alepo aún controladas por rebeldes, informan agencias. De hecho, el Ejército de Siria había interrumpido sus ataques en Alepo para poder hacer llegar ayuda a esos 8.000 civiles, según señaló este jueves el ministro ruso de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov. "Esa es la mayor y la más reciente acción para la retirada de civiles del este de Alepo", dijo Lavrov durante el encuentro de ministros del Exterior de la Organización para la Seguridad y la Cooperación Europa (OSCE) en Hamburgo (Alemania), informa Efe. Las personas tienen que recorrer cinco kilómetros para dejar atrás la ciudad. "Hoy, el Ejército sirio ha suspendido las operaciones militares activas en el este de Alepo porque se está realizando una nueva evacuación voluntaria de civiles, la más grande de todo este período", ha dicho el titular de Exteriores ruso. Y advirtió de que los rebeldes que no abandonen la ciudad en esta ventana de oportunidad serán tratados como terroristas. Además, el ejército ruso ha asegurado en un comunicado que 14 rebeldes también se han rendido a las fuerza progubernamentales, entregando las armas y pasando al oeste de la ciudad. De acuerdo con el mismo comunicado, todos ellos han sido perdonados. No obstante, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), organización con base en Londres, ha asegurado que a lo largo de la madrugada de este viernes han continuado los disparos de cohete y artillería sobre zonas del este de Alepo controladas por los rebeldes, informa Efe. Mientras, el presidente sirio, Bashar el Asad, ha dado por hecho un triunfo del ejército en la ciudad de Alepo, aunque los rebeldes se resisten a rendirse pese a que han perdido la mayor parte del este de la urbe. En una entrevista publicada por el diario estatal Al Watan, El Asad se atrevió ya a hablar del periodo que vendrá después de la conquista de la población, la mayor del norte de Siria, aunque los combates todavía prosiguen en su interior. Para el mandatario, la toma de Alepo no supondrá el fin del conflicto en el país, que dura más de cinco años. "Para ser realistas, no significa el fin de la guerra en Siria, sino una estación grande hacia el final", consideró Al Asad, quien reconoció que nunca pensó en dejar ninguna zona sin "liberar". El jefe de Estado auguró que la contienda "no acabará hasta la eliminación total del terrorismo": "Los terroristas están localizados en otras áreas, incluso si terminamos en Alepo, continuaremos la guerra contra ellos", aseguró. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com