El conocimiento de los consumidores sobre las monedas digitales es limitado y el dinero en metálico sigue dominando el mercado. Sin embargo, hay un porcentaje amplio de la población que todavía tiene una visión positiva sobre el futuro de las criptomonedas y siente curiosidad por sus posibilidades, según una encuesta de ING.

La séptima encuesta internacional de ING sobre nuevas tecnologías ha revelado que el 82% de los encuestados europeos posee alguna información sobre las criptomonedas (han identificado de manera correcta la veracidad o falsedad de al menos una de cinco afirmaciones presentadas). Dentro de este grupo, las opiniones son dispares, dado que cuatro de cada diez (41%) tienen grandes expectativas sobre las criptomonedas, mientras que uno de cada cuatro (23%) opina todo lo contrario.

Además, una tercera parte (32%) de este grupo coincide en que las criptomonedas representan el futuro del consumo por internet y una cuarta parte (27%) dice estar abierta a recibir ofertas nuevas de criptomonedas de compañías y entidades que conoce, y cree que los bancos deberían ofrecer cuentas corrientes en criptomonedas.

A pesar de que muchos consumidores tienen una imagen relativamente favorable de las criptomonedas, la encuesta ha revelado que aún no están listos para aceptarla sin reservas 

Esta visión positiva se produce a pesar de la existencia de una amplia confusión con respecto a su funcionamiento real. Aunque un 74% de los encuestados comprende que son una clase de moneda digital, un número casi idéntico (73%) piensa, equivocadamente, que están bajo el control de una entidad central o lo desconoce.

A pesar de que muchos consumidores tienen una imagen relativamente favorable de las criptomonedas, la encuesta ha revelado que aún no están listos para aceptarla sin reservas y solo un 22% de los europeos la preferiría en caso de que el dinero en efectivo dejara de existir. Por otra parte, una cuarta parte (25%) de quienes poseen algún conocimiento sobre las criptomonedas respondieron de forma positiva a la posibilidad de usarla en paralelo al dinero en metálico.

Esto sugiere que el dinero tal como lo conocemos de forma tradicional seguirá desempeñando un papel muy importante incluso si se adoptan las criptomonedas a mayor escala. La diversificación y la existencia de opciones serán claves, en función de la disponibilidad y las preferencias.