• Todo para reducir oficinas y personal, y siguiendo instrucciones del BCE: sólo los grandes deben sobrevivir.
  • Potenciales absorbentes: los cinco granes: Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Popular.
  • Potenciales absorbidos: Ibercaja, Unicaja, BMN, Liberbank y algunos de los vendidos: Abanca, etc.
  • Bankia, Kutxabank y Bankinter quedan fuera.
Desde que perdió la facultad supervisora de entidades, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde (en la imagen), el último gobernador, nunca se había sentido tan respaldado por el Banco Central Europeo (BCE) que es ahora quien manda en la banca. Linde ya había animado a las entidades a un nuevo capítulo de fusiones, ciertamente, pero nadie le hacía mucho caso. Y eso que el objetivo final ya era el mismo: lo pequeño molesta, sólo queremos bancos grandes: Además, hay que reducir la capacidad instalada: cerrar sucursales y despedir trabajadores. No sólo eso, hay que cambiar el prototipo de trabajadores bancarios. Y, por supuesto, no cabe lo pequeño: sólo nos gustan los bancos grandes. Lo hacemos por ellos: los pequeños no pueden sobrevivir. Sí, no es la primera vez que Linde hace este llamamiento, pero nunca como hasta ahora había contratado con el apoyo del nuevo inspector, el BCE y toda su parafernalia de agencias europeas. También hay que tomar más en serio esta andanada porque ahora Luis María Linde tiene más dibujado el proyecto. Ya no se trata de fusiones entre medianos: se trata de que los cinco grandes (Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Popular) se coman a los medianos y pequeños. Por ejemplo, a Ibercaja, Unicaja, BMN, Liberbank  algún diminuto (Banco Puello o las cajas de Onteniente y Pollensa) se que se crucen en su camino. No a las cajas rurales que tienen su plan especial -al parecer, eterno-. También quedan fueran Bankia, Bankinter y Kutxabank. La tercerá porque el PNV ha convertido a sus cajas de ahorros en un apartado del PNV y porque, además, funcionan bien. A Bankia porque tiene que seguir con su resurrección tutelada por Europa. A Bankinter porque se considera que Jaime Botín va por libre y tampoco molesta. Pero los demás… no queremos bancos pequeños. Especial presión se ejerce sobre el Santander que poco ha elaborado en el saneamiento bancario. En cualquier caso, ahora sí que los bancos tendrán que responder. Probablemente, Luis María Linde puede encontrarse con más  resistencia por parte de los presuntos absorbidos. Eulogio López eulogio@hispanidad.com