Unos vándalos causaron recientemente daños en la ermita del Santo Sepulcro de Tauste, que amaneció con su interior completamente revuelto y quemado. Los asaltantes prendieron el vestido de la imagen del Nazareno, estropeando la talla así como las telas de las peanas y el altar, informó Heraldo.

Javier Francés, custodio del Santo Sepulcro, descubrió los hechos a primera hora de la mañana cuando subió y encontró la puerta abierta. No daba crédito al gran destrozo causado durante la noche del miércoles al jueves. "Habían quemado el vestido del Nazareno, el frontal del altar y estaba todo tirado por el suelo. Los asaltantes accedieron al interior de la ermita tras arrancar la reja de una pequeña ventana y salieron por la puerta que quedó abierta", relató.

Es la primera vez que la ermita sufre un ataque de estas características. "Esta vez no ha sido un robo, ha sido maldad. En otras ocasiones habían entrado a robar y habían quedado las cosas revueltas pero lo de hoy ha sido por destrozar", explicó Francés, que acude prácticamente a diario para renovar una vela que permanece encendida siempre, recogió el mismo medio.

"Hemos tenido muchos ofrecimientos porque esta ermita se ha respetado siempre y se le tiene una gran devoción", apuntó una voluntaria

Poco después, comenzaron los trabajos para recuperar la ermita del Santo Sepulcro de Tauste. Repuestos de la desolación inicial, un equipo de 20 voluntarios acudió a primera hora de la tarde armados de cubos, bayetas y fregonas para retirar los restos del fuego y eliminar el hollín que ha ennegrecido paredes y techo. Los daños más importantes se concentran en la imagen del Nazareno, que deberá ser restaurado. Se han perdido, además, varios cuadros y parcialmente el frontal del altar así como cortinajes y algunos elementos del mobiliario, añade Heraldo.

"Hemos tenido muchos ofrecimientos porque esta ermita se ha respetado siempre y se le tiene una gran devoción. En mi opinión es que se trata de un acto vandálico que ha coincido con la quema de los contenedores junto a la plaza de toros y la rotura de bancos en el parque de La Rosaleda", apuntó Maribel Alegre. Otras voluntarias, como Yolanda o Conchita Laborda, se ocupaban de fregar las paredes: "Lo primero es quitar el hollín para poder pintar". Y reclamaban un castigo para los autores:"Lo más importante es el respeto y el civismo”, afirma este medio.

Los sacerdotes, los fieles de la parroquia y los vecinos del pueblo están hondamente afectados y preocupados por esta situación de odio a la religión y de desprecio a su identidad más profunda", apuntaban desde el Arzobispado

El suceso ha causado un enorme rechazo entre la población de Tauste y las redes sociales se han convertido en el cauce para expresar el malestar de los vecinos dando pie a centenares de comentarios de repulsa. Partidos políticos y el Arzobispado de Zaragoza han hecho públicos comunicados en los que expresan su condena a los hechos. "Los sacerdotes, los fieles de la parroquia y los vecinos del pueblo están hondamente afectados y preocupados por esta situación de odio a la religión y de desprecio a su identidad más profunda", apuntaban desde el Arzobispado lamentando "esta profanación". Desde el PP se condenaron los hechos que se calificaron como "un ataque a un símbolo religioso y también cultural de nuestro pueblo”, señala también Heraldo.

También el grupo municipal socialista condenó enérgicamente los actos vandálicos "independiente de las creencias que cada cual tenga en un Estado aconfesional, se manifiesta poco respeto al arte sacro". La directora general de Patrimonio de la DGA, Marisancho Menjón, natural de Tauste, lamentó los hechos y a través de las redes sociales expresó su desolación: "Es la ermita que ha cuidado siempre mi familia, desde hace generaciones, y significa mucho para mí". Lamentó que algunos comentarios vinculen los hechos a la situación política actual, informa el mismo medio.