• La compañía vinícola alemana, filial del gigante Dr. Oetcker, prefiere esperar a ver qué sucede el 21-D.
  • Lleva más de un año interesada en entrar en Freixenet, tomando el control, por supuesto, pero podría renunciar por el independentismo.
  • La cuestión ya no se limita a Cataluña y España: Henkell pone como condición pertenecer a la UE.
Estamos en la cuenta atrás para que arranque la campaña electoral en Cataluña (el pistoletazo oficial será la madrugada del 5 de diciembre), las empresas no sólo se siguen yendo -ya van más de 2.800-, sino que otras se piensan, y mucho, sus movimientos. En concreto, la compañía vinícola Henkell, filial del gigante Dr. Oetcker, ha retrasado su decisión sobre la compra y toma de control de las famosas burbujas. Hace una semana, prácticamente se daba por hecho que Freixenet sería alemana si Henkell adquiría un 58% o un 51% de la compañía, en función de si el accionista José Luis Bonet decidía vender su parte o quedarse. Sin embargo, ahora la compañía que tiene como Ceo a Andreas Brokemper (en la imagen) prefiere esperar a ver qué sucede el 21-D, según informa ABC, y tomar una decisión el próximo enero. Conviene recordar que Henkell lleva más de un año interesada en entrar en Freixenet, con el control de la mayoría, por supuesto, pero podría renunciar a su ambicioso plan por el independentismo. Claro que la cuestión ya no se limita a Cataluña y España: Henkell ha puesto como condición para la compra que Cataluña pertenezca a la Unión Europea (UE). A este respecto, hay que hablar de la última idea loca del expresident Puigdemont: ha llegado a plantear otro referéndum para salir de la UE. Más bien parece una rabieta de niño, en respuesta a los muchos avisos que el conjunto comunitario le ha dado sobre cómo actuaría si Cataluña lograra su independencia de España. Cristina Martín cristina@hispanidad.com