El Papa Francisco se encuentra ya en Riga, capital de Letonia, en la segunda escala de su viaje apostólico por los países bálticos que le ha llevado a recorrer Lituania en los dos últimos días y que le llevará también a Estonia para completar el recorrido.

En un encuentro ecuménico celebrado en la Catedral Evangélica Luterana de Riga, este lunes 24 de septiembre, el Santo Padre señaló que el único camino posible para todo ecumenismo se encuentra “en la cruz del sufrimiento de tantos jóvenes, ancianos y niños expuestos muchas veces a la explotación, al sin sentido, a la falta de oportunidades y a la soledad”.

No podemos dejar de reconocer que ciertamente no son tiempos fáciles

“No podemos dejar de reconocer que ciertamente no son tiempos fáciles, especialmente para muchos hermanos nuestros que hoy viven en su carne el destierro e inclusive el martirio a causa de la fe”, reconoció. “Pero su testimonio nos lleva a descubrir que el Señor nos sigue llamando e invitando a vivir el evangelio con alegría, gratitud y radicalidad”.

En ese sentido, durante su estancia en Lituania, el Francisco destacó la constancia y fidelidad de los sacerdotes y fieles católicos de Lituania durante las persecuciones religiosas emprendidas por los regímenes totalitarios nazi y comunista que ocuparon el país en el siglo XX, recoge Aciprensa.

Recordad a vuestros mártires. Tomad ejemplo de ellos porque no tuvieron miedo

El Santo Padre señaló que “la violencia ejercida sobre vosotros por defender la libertad civil y religiosa, la violencia de la difamación, la cárcel y la deportación no pudieron vencer vuestra fe en Jesucristo, Señor de la historia”. Por eso, “tenéis mucho que decirnos y enseñarnos, y también mucho que proponer, sin necesidad de juzgar la aparente debilidad de los más jóvenes”.

“Mirándoos, veo detrás de vosotros muchos mártires. Mártires anónimos. En el sentido de que tampoco sabemos dónde están sepultados. También algunos de vosotros, he saludado a uno, sabe lo que es la prisión”, reflexionó Francisco.

El Papa invitó a no olvidar la memoria de esos mártires: “No os olvidéis. Tened memoria. Sois hijos de mártires. Esa es vuestra fuerza. Que el espíritu del mundo no venga a deciros otra cosa diferente de esa que han vivido vuestros antepasados. Recordad a vuestros mártires. Tomad ejemplo de ellos porque no tuvieron miedo”.