Francia y Alemania pasan a la acción tras el veto de Bruselas a la fusión de Siemens y Alstom, hasta el punto de que quieren que reformar la norma que da el derecho de veto a la Comisión con alternativas como el derecho de advocación del Consejo Europeo, en el que están los países.

Los dos gobiernos ya mostraron su rechazo a la decisión de la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, pero sus ministros de Economía, Bruno Le Maire y Olaf Scholz (en la imagen), van ahora van más lejos y han anunciado una serie de propuestas, en el marco del Ecofin, para corregir lo que interpretan como un “error político y económico”. Las presentarán en las próximas semanas.

Frente al derecho de veto de la Comisión Europea, plantean como alternativa el derecho de advocación de los países

Las reticencias de los dos países al veto de la fusión ferroviaria eran conocidas. No así que aprovechen el caso concreto para exigir otras opciones como que los países puedan reclamar en procesos de concertación como el Siemens y Alstom.

Una cosa es que Bruselas tenga la competencia y otra, muy distinta, que los gobiernos nacionales, como responsables políticos, tengan una “opinión diferente”.

Entre las propuestas concretas, la primera sería el derecho de advocación, pero también que el Derecho de la Competencia sea algo dinámico, teniendo en cuenta la evolución y los riesgos en el tiempo, y que se consideren los efectos, no sólo en el marco europeo, sino global.

Se trata de tener “campeones industriales· en los mercados internacionales, han insistido Le Maire y Scholz, y a ese fin se acoplan propuestas. Es más de lo mismo de lo que París y Berlín -o sea, el eje franco-alemán- han hecho ahora, al margen de la posición crítica de otros reguladores naciones de competencia como la española CNMC.

En el caso de la fusión ferroviaria, por el efecto que puede tener en la competencia el grupo chino CRRC (China Railway Construction Corp), al que apoya Pekín.