• "Ahora, los españoles están determinados a ocupar el puesto que les corresponde en el mundo, en el Siglo XXI", ha afirmado Felipe VI.
  • Sobre Cataluña, ha sido muy claro: "Mi país es un Estado de Derecho donde la seguridad jurídica prevalece y, por tanto, la Constitución y las leyes se cumplen efectivamente".
  • Y ha añadido: "La Constitución española no es un adorno, es la expresión de la voluntad de nuestros ciudadanos y el pilar básico de nuestra democracia pacífica y democrática".
  • "Europa debe reinventarse y el alma de esta nueva Europa debe reflejar el alma de sus ciudadanos, para eso pueden contar con España".
  • El Rey ha recordado el récord de atracción de turistas y ha definido a los españoles como un pueblo hospitalario que quiere "compartir nuestra pasión por la vida".
El Rey de España Felipe VI ha participado hoy miércoles en Davos. Su intervención tenía como finalidad intentar atajar la incertidumbre en torno a la situación en Cataluña, que el pasado lunes dejó patente el Fondo Monetario Internacional (FMI) al rebajar las previsiones de crecimiento de la economía española por ese motivo. Pues bien: el monarca español ha asegurado que en Cataluña se han intentado minar las reglas básicas de la democracia. "La lección que hay que extraer de esta crisis [catalana] -no solo para España sino para las democracias en general- es que hay que preservar el imperio de la Ley como una piedra angular precisamente de la democracia y del respeto al pluralismo político y el principio básico de la soberanía nacional que pertenece, de hecho, a todos los ciudadanos. Por tanto, merece el máximo respeto de todos y cada uno de nosotros". Ha añadido: "Hemos visto en Cataluña un intento de socavar las normas básicas de nuestro sistema democrático. Hay que preservar el Estado de derecho y respetar el pluralismo político y el principio básico de la soberanía nacional. La Constitución española no es un adorno, es la expresión de la voluntad de nuestros ciudadanos y el pilar básico de nuestra democracia pacífica y democrática". "Mi país es un Estado de Derecho donde la seguridad jurídica prevalece y, por tanto, la Constitución y las leyes se cumplen efectivamente", recoge El Mundo. A su juicio "los españoles saben bien que el bienestar y el progreso en el siglo XXI no será ni obtenido ni hallado desde la soledad, el aislamiento o la división, sino desde la unidad". Felipe VI ha resaltado que en España, "las comunidades autónomas disponen de un amplio, profundo y significativo autogobierno hasta un nivel que no es fácil de encontrar en otros países del mundo". El jefe del Estado ha concentrado el grueso de su discurso en resaltar las fortalezas de España y su economía y su intención de desempeñar un papel en la construcción de la nueva UE que, en su opinión, debe ser "refundada". "Europa debe reinventarse y el alma de esta nueva Europa debe reflejar el alma de sus ciudadanos, para eso pueden contar con España". También ha destacado que España "es una democracia completa" y ha pedido a los asistentes que olviden "los viejos clichés del pasado y los estereotipos pasados de moda que se nos han atribuido, así como las leyendas sobre España". "Ahora, los españoles están determinados a ocupar el puesto que les corresponde en el mundo en el Siglo XXI". El Rey ha 'vendido' España como hacen todos sus homólogos ante el elitista auditorio de Davos. La diferencia es que ningún jefe del Estado español lo había hecho hasta ahora. Por ello, ha recordado el récord de atracción de turistas y ha definido a los españoles como un pueblo hospitalario que quiere "compartir nuestra pasión por la vida". "También somos un pueblo que ama la paz". Ha bromeado admitiendo que "las playas, el buen tiempo o la comida" atraen a tantos millones de visitantes, pero no solo, destacando la calidad de sus infraestructuras, de su patrimonio cultural o de su sanidad y su seguridad. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com