• Es unas de las demoledoras conclusiones de un estudio de Pablo Fernández (IESE) sobre la rentabilidad de los fondos españoles entre 1999 y 2014.
  • De los 313, sólo 21 fondos de pensiones superaron la revalorización del Ibex 35 en ese periodo (3,28%).
  • La rentabilidad media se sitúa en el 1,2%, cuando la de los bonos del Estado está en el 5,83%.
  • La rentabilidad fue negativa en 58 de los 313 fondos pensiones con 15 años de historia.

La rentabilidad es el principal reclamo de las entidades financieras para animar a sus clientes a que contraten fondos de pensiones. La campaña engorda sobre todo a partir de noviembre
-coincidiendo con el cierre del ejercicio- para que españolito de a pie aproveche sus ventajas fiscales en la declaración del IRPF del año siguiente. Así las cosas, al menos en teoría, es interesante estudiar esas rentabilidades que prometen para dar un paso al frente; o sea, suscribir un instrumento de ahorro y protección de esa naturaleza. Un estudio capitaneado por el profesor de Finanzas del IESE Pablo Fernández arroja alguna luz en ese sentido. Una de sus principales conclusiones, tras analizar los 313 fondos de pensiones españoles con 15 años de historia (entre 1999 y 2014), es que sólo dos de ellos superaron la rentabilidad de los bonos del Estado (en concreto P.P. Bestiver Ahorro y Fonditel Red Básica) y únicamente 21 mejoraron la rentabilidad del principal índice bursátil de la bolsa española, el Ibex-35. Y algo más: 58 de los 313 tuvieron rentabilidad negativa. El balance es demoledor. Hablamos de instrumento en el que, a diciembre de 2014, hay un patrimonio invertido de 63.930 millones de euros con 7,8 millones de partícipes.

Los datos son sangrantes, como digo, precisamente porque la rentabilidad se convierte en el gran reclamo para suscribir esos fondos. Y a eso se añade que la entidad financiera tampoco suele explicar -salvo que el cliente haya estudiado Económicas, por decir algo- el impacto fiscal de las plusvalías generadas durante el periodo de suscripción. Así suele pasar cuando el cliente empieza su esperado y feliz primer año de su jubilación y se encuentra con un inesperado 'castañazo' de Hacienda si decide reembolsar de golpe todo lo que ha invertido durante años. La única solución para neutralizar ese impacto es olvidarse de la totalidad de ese dinero y dosificar las 'salidas' en varios años.

Añadan a todo lo anterior, las comisiones de gestión, superiores al 2% anual en muchos casos. Se supone que es un modo de 'pagar' a los especialistas de los gestores para que coloquen el dinero en activos que, como nos han 'prometido', tendrán rentabilidades muy superiores, no sólo a las comisiones pagadas, sino a los índices de referencia elegidos. "Como usted no sabe mucho de cómo sacar partido a sus ahorros mientras descansa, no se preocupe, que lo hacemos por usted", nos dicen en las entidades financieras.

A la luz de todos estos datos, son elocuentes los resultados del estudio de Pablo Fernández, en el que han colaborado también Alberto Ortiz, research assistant del IESE, el investigador independiente Pablo Fernández Acín e Isabel Fernández Acín, de la Universidad de Navarra. Se puede descargar aquí. En el estudio se detallan algunos de esos fondos de pensiones con mayores y menores rentabilidades en el periodo estudiado.

La rentabilidad media de los 313 fondos de pensiones españoles con una historia que va de 1999 a 2014 fue del 1,2%, mientras que la rentabilidad anual media del selectivo español, el Ibex-35, fue 3,28% y la de los bonos del Estado, del 5,83%.

Está claro, por tanto, que el resultado general -medido en rentabilidad- de esos fondos no se justifica por las desgravaciones fiscales. Es más, "en varios casos -señala el informe-, los inversores en fondos de pensiones perdieron la desgravación fiscal que les regaló el Estado para inducirles a invertir en dichos fondos en menos de 5 años (vía comisiones e ineficiencias en inversión y gestión)".

En el estudio, en buena lógica, emerge una inquietud: el papel del Estado. Desde los distintos gobiernos se ha animado a 'apostar' por estos instrumentos ante los 'riesgos' de viabilidad del sistema público de pensiones (o como un aviso, si lo prefieren, de que las prestaciones serán más exiguas a medida que pasan los años). Pues bien, el estudio señala que "en todo caso, el Estado podría 'animar' a invertir en algunos (pocos) fondos de inversión, pero no indiscriminadamente en cualquier fondo de pensiones". Y señala también que el Estado "puede tener alguna responsabilidad en las pérdidas que siguen sufriendo muchos contribuyentes pasados esos 5 años".

Rafael Esparza

rafael@hispandiad.com