Pablo Casado cree que hay que confinar a la población española durante los puentes de noviembre y diciembre para salvar la campaña de Navidad. Por eso, el líder del PP está dispuesto a apoyar la prórroga del estado de alarma que aprobó el Gobierno el domingo, pero no durante seis meses como pretende Pedro Sánchez, sino ‘sólo’ durante ocho semanas.

Se trata de facilitar el acuerdo, según Casado. “Para recabar el apoyo mayoritario de las Cortes, un respaldo que refleje una unidad y una dirección conjunta, solicitamos dos cuestiones: limitar el plazo de aplicación de esta excepcionalidad. No puede superar en ningún caso las ocho semanas”, ha afirmado durante su intervención en el Congreso Nacional de la Empresa Familiar.

Casado ha pasado de poner condiciones en las últimas prórrogas del estado de alarma antes del verano, a querer imponerlo durante dos meses. Con una oposición como esta para qué hacen falta alianzas, se estarán planteando en La Moncloa.

En cualquier caso, minutos después de la propuesta de Casado, el Gobierno le ha dicho que son lentejas, o las tomas o las dejas. El plazo de seis meses no es negociable según la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, que ha comparecido tras la conferencia de presidentes de las CCAA. Y es que este estado de alarma, a diferencia del de marzo, "es producto de la cogobernanza", ha dicho. Cogobernanza según Sánchez, claro. "Sabemos que la unidad salva vidas", ha señalado Darias. La unidad progresista, claro está.