• Y ACS, la que más aumenta la deuda hasta junio.
  • Con un agravante: también disminuye el Ebitda.
  • OHL continúa con su particular travesía del desierto: reduce la deuda un 12,4% pero el mercado no termina de confiar en el grupo.
  • Además de la compañía de Villar Mir, reducen deuda FCC y Sacyr.
El panorama de las constructoras españolas ha cambiado mucho en los últimos años, sobre todo después de atravesar los peores momentos de la crisis. Acciona, ACS, FCC, Ferrovial, OHL y Sacyr se han lanzado al exterior en busca del negocio que no hay en España, y no sólo en construcción, sino también en servicios. El problema es que los proyectos fuera de nuestro país aportan márgenes más reducidos. Pero esa es otra historia. Lo que nos ocupa ahora es la deuda, asignatura pendiente de las seis compañías. A cierre de junio, Ferrovial, Acciona y FCC ocupaban el podium de las más endeudadas. Ahora bien, mientras el grupo controlado por Carlos Slim fue el que más redujo su deuda (-19,5%), hasta los 4.403,8 millones de euros, Ferrovial la aumentó un significativo 22,7% en el semestre -hasta los 5.571 millones- y Acciona, un 5,7%, hasta alcanzar los 5.452 millones. Sea como fuere, el grupo que preside Rafael del Pino no fue el que más aumentó la deuda. Fue ACS que, después de reducirla en 3.188 millones en los dos últimos años -a 31 de diciembre era de 2.624 millones-, la ha disparado un 42,6% hasta situarla en los 3.741 millones de euros. ¿El motivo? La compra de acciones de sus dos filiales, la alemana Hochtief y la australiana CIMIC, ambas dirigidas por Marcelino Fernández Verdes. Me dirán que la cifra de ACS, aunque haya crecido, no es preocupante, ya que el ratio de apalancamiento del grupo es sólo de 1,5 veces el Ebitda de 2015. Cierto, pero también lo es el hecho de que el Ebitda hasta junio, lejos de mejorar la tendencia a la baja registrada en 2015, cayó un 6,9% en el primer semestre y no superó los 1.225 millones de euros. Que se dispare la deuda al tiempo que disminuye el Ebitda sí es preocupante. En cuanto a reducción de deuda, a la mencionada FCC le siguen OHL y Sacyr. El grupo controlado por Villar Mir continúa con su particular travesía del desierto. A pesar de reducir su deuda un 12,4%, hasta los 3.510 millones y del relevo en la cúpula, el mercado no ha cerrado las dudas generadas hace un par de años, cuando la deuda alcanzó máximos históricos al superar los 6.200 millones de euros. Ahora, más que nunca, el problema de OHL es de confianza. Conclusión: la deuda de las seis constructoras españolas más importantes supera los 26.800 millones de euros. Demasiada deuda que, lejos de disminuir, ha aumentado en la primera mitad del año. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com