En su día contamos en Hispanidad que el plan de Carlos Slim era vender la división de Medio Ambiente por un lado, y Aqualia, de la que ya colocó el 49%, por otro. ¿Y FCC-Construcción? En los planes del mexicano no hay sitio para la parte menos rentable del grupo: está condenada a desaparecer, y el coronavirus está acelerando el proceso.

Las cuentas del primer trimestre, presentadas este miércoles, así lo muestran. Mientras Medio Ambiente y Agua crecen a buen ritmo (el ebitda de la primera creció un 11,6%, hasta 114 millones, y el de la segunda, un 5,6%, hasta 62,2 millones), el resultado de Construcción se ha desplomado un 8,8%, hasta los 20,7 millones de euros. Incluso Concesiones, hasta ahora la benjamina del grupo, ha registrado un ebtida mayor (24,5 millones), después de la compra de Cedinsa, en el último trimestre de 2019.

Sí, FCC ganó un 61% menos hasta marzo -28,1 millones de euros-, por las provisiones de 20 millones ante la caída del negocio de construcción, principalmente. Marzo fue un mes malo y abril será mucho peor. Ya veremos qué ocurre el resto del año.

En cualquier caso, si hay algo que está a salvo es el pago de la deuda, que asciende a 3.619 millones. Tranquilos, la deuda con recurso al accionista sólo es de 98,4 millones. Además, la compañía tiene 1.750 millones de euros de liquidez, con los que puede hacer frente a los 682 millones que vencen durante los próximos doce meses. No olviden que Slim es más financiero que empresario, más especulador que industrial.