El alemán Manfred Weber ha ganado muchos puntos para presidir la Comisión Europea, al ser el Partido Popular Europeo (PPE) el más votado en las elecciones europeas. Desde su país de origen, Alemania, donde ha ganado la CDU, también le ven como el mejor posicionado, por lo que ya se ha atrevido a afirmar que “no habrá cooperación con los extremistas de izquierda o derecha. No habrá cooperación con nadie que no crea en el espíritu europeo y el proyecto común”.

Con 180 escaños, los populares europeos han ganado en unos comicios con una participación del 50,5%, ocho puntos superior a la de 2014 y la más alta desde hace 20 años. Les siguen los socialdemócratas (S&D), con 152 y los liberales de ALDE, con 105.

El grupo de Los Verdes ha obtenido un cuarto puesto (67 escaños), experimentando un destacado aumento; por encima de los conservadores y reformistas de ECR (61). Tras estos, se han colocado los ultras de ENL (57), los populares y euroescépticos de EFDD (54) y el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria/Izquierda Verde Nórdica (38).

Por países, destacar el récord de abstención en Portugal (cercana al 70%), donde han ganado los socialistas. Marine Le Pen y Matteo Salvini se han hecho con la victoria en Francia e Italia, respectivamente. En Grecia, los conservadores de Nueva Democracia han adelantado por primera vez a Syriza. En Austria, el primer ministro conservador, Sebastian Kurz, se ha llevado una alegría al obtener la victoria, tras el escándalo de su ya ex socio de coalición, que ha perdido votos. Y en Polonia y Hungría, a pesar de los muchos boicots que han recibido de las instituciones europeas, los partidos de Ley y Justicia (PiS) y de Fidesz (Viktor Orban), respectivamente, han salido reforzados, obteniendo abultadas victorias.