Ofensiva de Italia y España: Viajar hasta La Haya, algo que ya ha hecho el italiano y que se dispone a hacer mañana Pedro Sánchez que, dicho sea de paso, podría no haber elegido un buen momento porque hoy, un día antes de la cita con el primer ministro Mark Rutte, se cumplen 10 años del mundial que España le ganó a Holanda, con el pulpo Paul de complice.

Así que, a la desesperada y sin importarles la humillación que pueda suponer postrarse ante el todo poderoso Rutte, Conte y Sánchez ha puesto en marcha un plan para conseguir que los 500.000 millones del Fondo de Recuperación, no esten vinculados a la condicionalidad y, por supuesto, que no se rebaje esa cantidad

Pero ambos tendrán que tener en cuenta que Holanda siempre atiza por encima de su peso y siempre mirando hacia el Sur.

Tanto Italia y España, a los que se ha unido Portugal, reclaman que el acuerdo se cierre en julio y no se retrase más el reparto de un fondo sobre el que aún no está asegurada su cuantía

En juego, la gran mayoría del Fondo dotado con 750.000 millones de los cuales, 250.000 se otorgarán vía créditos, y el resto, los 500.000 en cuestión, serán subvenciones, transferencias directas, es decir, estarán exentos de condicionalidad, de exigencias como contrapartida, tal y como nos han vendido desde el Gobierno una y otra vez.

Tanto Italia y España, a los que se ha unido Portugal, reclaman que el acuerdo se cierre ya en julio y "no se postergue" más el reparto de un fondo sobre el que aún no está asegurada su cuantía. "Julio tiene que ser el mes del acuerdo", ha dicho Pedro Sánchez mientras la ministra de Hacienda espera saber cuánto dinero vendrá de Bruselas para elaborar los Presupuestos.

Lo más inmediato, por tanto, es negociar el fondo de recuperación, su cuantía y qué condiciones se exigirán para recibirlo. 

El problema está en el punto de partida, es decir, en la base de la negociación. Los "países frugales" creen que  "es mucho dinero", a lo que hay que sumar que exigen condiciones más duras

Y en este sentido, España e Italia no las tienen todas consigo porque ya vieron cómo Bruselas reducía sus expectativas porque de dotarlo con cerca del billón y medio de euros, el fondo que se quedó finalmente en la mitad, en 750.000 millones de los que España sería, hipotéticamente, el segundo mayor beneficiado detrás de Italia, con unos 140.000 millones.

El problema está en el punto de partida, es decir, en la base de la negociación. Los "países frugales" creen que  "es mucho dinero", a lo que hay que sumar que exigen condiciones más duras, con Holanda a la cabeza, para acceder a los fondos comunitarios, sobre todo en materia de pensiones y de flexibilidad laboral.

Y en esa batalla está, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que ha presentado una propuesta, para convencer a Holanda, Dinamarca, Suecia y Austria y desbloquear las negociaciones que incluye un recorte en el presupuesto para 2021-2027 y un control sobre las ayudas a los países beneficiados por parte del Consejo Europeo. Esto significa reducir las competencias del Ejecutivo comunitario sobre el fondo.

La cifra del fondo de reconstrucción europeo parece inamovible, concretamente los 500.000 en subvenciones directas, y de momento y las negociaciones se centran en cómo controlar las ayudas y las condiciones para acceder a ellas.

Michel, en su intento de que el fondo se apruebe la semana que viene, no ha movido un cero las cifras, pero su propuesta incluye señales a favor de los intereses de los llamados países frugales.

Sin importarles la humillación de postrarse ante Rutte, Conte y Sánchez ha puesto en marcha un plan para conseguir que los 500.000 millones del Fondo no esten vinculados a la condicionalidad 

Propone que los Estados que quieran beneficiarse del fondo de reconstrucción deberán presentar un plan nacional de reformas para el periodo 2021-2023, que será supervisado, analizado y recomendado por la Comisión Europea, pero será el Consejo Europeo quien tenga la última palabra. Deberá aprobar los planes de reformas por mayoría cualificada. Es decir, que las ayudas se transferirán siempre que el 55% de los Estados miembros vote a favor, lo que en la práctica significa 15 de los 27.

En el caso de España, ese plan de reformas podría suponer que Pedro Sánchez tuviera que renunciar a revertir la reforma laboral, a subir impuestos, y centrarse en la reforma de las pensiones y en ajustar el gasto público, con todo lo que conlleva.

El otro gran guiño para los frugales es la distribución del fondo. El presidente del Consejo Europeo propone cambiar los criterios para la distribución del grueso de las ayudas del fondo, de modo que el 70% del dinero se comprometerá entre 2021 y 2022 y se repartirá siguiendo los criterios que había fijado la Comisión. Es decir, el PIB, población y tasa de paro entre 2015 y 2019.

El 30% restante se comprometerá a partir de 2023 y se asignará en función de la caída del PIB de cada país en 2020 y 2021. El objetivo es que exista "vínculo real entre la crisis y el plan de recuperación y asegurar que el dinero va a las regiones y sectores más afectados", explica Michel.

Parece que este cambio de criterio, y de escenario, sería negativo para  España ya que esos 140.000 millones que espera obtener bajo las condiciones de la Comisión, podrían reducirse