• Están plantando cara al EI después de que los yihadistas quemaran sus iglesias y forzaran la huida de miles de cristianos.
  • No pueden confiar su suerte a la actuación de los gobiernos de Bagdad o de Erbil, en la autonomía kurda iraquí.
  • Esta minoría cristiana (1,5 millones de personas) teme otro revés por la pugna entre chiítas y kurdos por el control del petróleo.
El asedio brutal del Estado Islámico (EI) a la minoría cristiana en Irak persigue un objetivo muy claro: su exterminio. Esta persecución ha provocado el éxodo de más de 120.000 cristianos, que huyen con lo puesto a regiones donde los yihadistas no estén extendiendo su reguero de sangre. Ya no pueden confiar su seguridad al ejército iraquí o a los peshmerga kurdos, enfrascados en sus propios objetivos. Pero estos cristianos no quieren seguir marchándose forzosamente de sus hogares. Por eso, han decidido formar sus propias milicias armadas para sobrevivir. Llevan surgiendo desde 2014 distintas unidades de combate exclusivamente cristianas, como la Brigada Babylon, las Unidades de Nínive o Dwekh Nawsha. En total, cuentan con varios cientos de efectivos armados. Su objetivo es combatir a los yihadistas para preservar sus hogares e iglesias, éstas últimas objetivo habitual del EI. La imagen es suficentemente ilustrativa de ello. El principal obstáculo al que se enfrentan es su reducido número de gente. Por eso, su única alternativa para subsistir es unirse a las tropas gubernamentales o pelear junto a los kurdos, principales combatientes contra el yihadismo. Esta elección, en cambio, entraña el problema de tener que interponerse entre ambos bandos, en pugna por las demandas de autonomía del Gobierno regional de Erbil, en el Kurdistán iraquí. El problema de fondo, como podrán imaginarse, es que el Gobierno de Bagdad está interesado en controlar los recursos petrolíferos de esa región de Irak. Ante este escenario, los milicianos cristianos no se ponen de acuerdo, y están divididos. La Brigada Babylon combate junto a milicias chiítas para arrebatar a los yihadistas la ciudad de Mosul. Las Unidades de Nínive y Dwekh Nawsha, en cambio, cooperan con los peshmerga kurdos. Pero este no es su único problema. La comunidad cristiana en Oriente Medio está dividida en caldaicos, arameos, asirios y muchos más, y esto ha generado problemas de entendimiento entre ellos. Daniel Esparza daniel@hispanidad.com