En España, hay unos 2,3 millones de empleos en la industria del automóvil (300.000 directos y otros dos millones indirectos, incluidos los de las empresas de componentes) que están en juego. ¿La razón? La producción y la exportación de coches, al igual que las ventas, han sumado en mayo otro mes en negativo -y ya van unos cuantos-, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).

En concreto, la fabricación ha bajado un 6%, hasta las 294.146 unidades en el quinto mes del año, sumando siete meses en negativo, y acumula un descenso del 5,6% desde enero, situándose en 1.275.895 vehículos. La caída es aún más elevada en el segmento de los todoterrenos (-16,8%) en mayo, mientras que el de los turismos se cuelga dicha medalla en el balance de los cinco primeros meses del año (-18,4%).

En el sector automovilístico español se dedica a exportación más del 80% de la producción 

Por su parte, la exportación ha descendido un 4,6%, hasta las 240.011 unidades en mayo, sumando ya seis meses a la baja, y un 5,7%, a 1.024.704 coches en los cinco primeros meses. Algo que se ha notado bastante en los todoterrenos, con unos desplomes del 17,3% y del 18,18%, respectivamente. El dato de mayo es menos preocupante que el de abril, cuando la exportación se derrumbó un 14%, pero no merece aplausos, porque en el sector del automóvil español, se dedica a exportación el 80% de la producción.

Detrás de los descensos en los dos indicadores citados está la debilidad de los mercados europeos. Entre ellos, Reino Unido por la cercanía de un Brexit sin acuerdo y la debilidad del gobierno tras la dimisión de Theresa May; Italia debido a su elevado nivel de deuda; la caída de las ventas en Holanda y Portugal; o el mantenimiento de la crisis en Turquía, el tercer destino principal fuera de la Unión Europea.

El parque automovilístico español tiene una antigüedad media superior a los 12 años y es necesario renovarlo: las patronales piden certeza e incentivos 

Y a todo esto se suma la tendencia negativa en las ventas, que en mayo volvieron a terreno negativo (-7,3%), tras experimentar un leve respiro en abril (+2,6%). Claro que aquí entra en juego otro factor: la incertidumbre que rodea al sector y en la que también ha influido bastante el tipo de energía. De ahí que las patronales no sólo pidan certeza al Gobierno, sino también incentivos, pues el parque automovilístico español tiene una antigüedad media superior a los 12 años y es necesario renovarlo. Y más después del éxito que ha tenido el plan de achatarramiento puesto en marcha en el País Vasco.