La encuesta de La Razón sobre la gestión de Sánchez no puede resultar más oportuna. La mayoría considera que el PSOE debería romper el gobierno de coalición con Podemos pero un 38% lo acepta. Ahora bien, lo que sólo una minoría acepta es que a esa alianza se unan los indepes de Gabriel Rufián y los proetarras del exetarra Arnaldo -con perdón- Otegi. 

Por decirlo de otro modo, la España roja se acepta, la España rota, menos.

Calviño, Montero y Robles piden un cambio tras las elecciones catalanas… pero Sánchez no quiere ni oír hablar de un pacto de legislatura con el PP

Sin embargo, el poderoso Iván Redondo, jefe de Gabinete de Presidencia, insiste en la alianza con Podemos hasta el final de legislatura. Eso sí, también defiende que atacar a Juan Carlos I fue un error. A pesar de haber conseguido domeñar a su cobardón hijo Felipe VI, el emérito representa, para muchos españoles, para la mayoría, el hombre que trajo la democracia a España y el símbolo de su unidad. Por tanto, no comprenden el acoso podemita al anterior Rey de España, apoyado con entusiasmo, al menos en un principio, por ese aprendiz de brujo que es Pedro Sánchez.

El martes, en el Congreso, el PSOE volvió a enfrentarse a sus socios podemitas, al negarse, de nuevo, a que se investigue, es decir, a que se demonice, a Juan Carlos I en el Congreso de los Diputados.

Por otra parte, la vicepresidenta Nadia Calviño y las poderosas ministras Marisú Montero Margarita Robles o José Luis Escrivá, piden un cambio tras las elecciones catalanas. Pinchan en hueso. Sánchez no quiere ni oír hablar de la alternativa: un pacto de legislatura con el PP. Él no pierde batallas, sobre todo cuando le obligaría a reconocer un error.

Es decir, Sánchez no quiere ni oír hablar de centrar al PSOE. Con él ha vuelto el socialismo más radical y más cristófobo: el nacido con Rodríguez Zapatero.

La oportuna encuesta de La Razón revela lo temido en Moncloa: que la mayoría ya ha tragado con Podemos, pero no con ERC y Bildu

En cualquier caso, la muy oportuna encuesta de La Razón revela lo temido en Moncloa: que la mayoría ya ha tragado con Podemos, pero no con ERC y Bildu. 

¿Quién ganará el pulso en Moncloa? Por el momento, Iván Redondo. Se mantendrá la alianza con Podemos y los coqueteos con ERC y Bildu. Y tampoco Bruselas, ahora la Europa de las subvenciones, que apenas cree en la libertad ni en la propiedad privada, pondrá coto ni servirá de freno.

Lo único que puede detener el delirio frentepopulista de Sánchez es ese 50% de españoles que no aceptan a los venenosos comunistas de Pablo Iglesias en el poder, mientras sube hasta el 62% quienes reprueban el apoyo al Gobierno de indepes y proetarras.

Pero sólo la más que previsible ruina económica a la que nos lleva la gestión de Sánchez -lo que Aznar llamó la España de las subvenciones- puede hacer reflexionar a un España aborregada, dominada por el pánico al virus y dispuesta a aceptar cualquier cosa con tal de sobrevivir un día más.

Ahora, lo que hay que considerar es lo siguiente: el hecho de que los ciudadanos acepten mejor la España roja que la España rota, ¿es buena o mala noticia?