Increíble pero cierto. Juzguen ustedes si estas cifras no son de escándalo. Los gigantes tecnológicos, líderes en el mercado español, tienen una factura fiscal de mínimos 22,6 millones de euros,  tal y como informa El Economista en su edición del sábado, una factura ridícula si la comparamos con la de Telefónica, de cuya red, por cierto, se aprovechan Google y Facebook de manera directa e, indirectamente, Apple y Amazon. Así, la operadora española ‘pagó’ al fisco 1.809 millones de euros en 2019. Una cantidad que, incluso, hubiera sido superior, de no ser por la cifra millonaria que le devolvió Hacienda (702 millones) ya que, Telefónica, había tributado de más en los ejercicios 2009 y 2010.

Es más, la capitalización bursátil de estos gigantes, y a pesar de la crisis provocada por la pandemia, ha superado por primera vez los seis billones. Lo que supone dejar casi en anécdota, la capitalización de Telefónica que ronda los 23.000 millones.

Asi que, y de vuelta al mundo de los impuestos, las grandes tecnológicas,  y según publica El Economista en su edición de hoy, no solo apenas tienen que tributar, sino que han reducido su factura en 2 millones respecto al ejercicio anterior ya que, por ejemplo, una de las filiales de Amazon se ha apuntado una devolución de unos 50.000 euros “tras registrar variaciones por impuestos diferidos y diferencias temporarias”.

El principal factor que reduce su aportación son las estructuras fiscales para facturar sus ingresos en España a través de otros países donde el trato tributario es mucho más favorable

Los datos de las tecnológicas solo incluyen Impuesto de Sociedades, ya que a diferencia de las operadoras de telecomunicaciones no pagan tasas locales, ni espectro radioeléctrico, ni tasa RTVE, entre otras.

Además, y el principal factor que reduce su aportación, son sus complejas estructuras fiscales para facturar sus ingresos en España a través de otros países donde el trato fiscal es mucho más favorable.

Apple es la tecnológica que más paga en nuestro país por Sociedades: 14 millones de euros. La compañía acaba de ser noticia porque le ha metido un gol por toda la escuadra a la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, -a Europa en general-, y no tendrá que abonar los 13. 000 millones a Irlanda en impuestos.

Explica El Economista además que firmas como Facebook o Google apenas superan los 7 millones entre las dos, “pese a controlar el 80% del mercado de la publicidad digital en España, que en 2018 movió casi 2.000 millones, según Interactive Advertising Bureu”.

La capitalización bursátil de estos gigantes, y a pesar de la crisis provocada por la pandemia, ha superado por primera vez los seis billones de dólares

“Amazon, uno de los líderes del comercio online en España, opera en nuestro país a través de tres filiales que prestan servicios de logística, gestión de datos y soporte comercial, por lo que todo lo que vende a través de la página web se factura en Luxemburgo, donde tiene la sede. Así, Amazon EU pagó 331 millones en 2019 a Amazon Spain Fulfillment por las actividades de almacenaje, recogida, empaquetado y gestión de pedidos. La compañía arrojó un beneficio de 18,25 millones y abonó 3,5 millones en impuesto de Sociedades”

Así que… señores, hay que darle la razón a Pablo Iglesias, sin que sirva de precedente y mal que le pese al otro Pablo, al Casado, cuando dice: "A pesar de que Nadia tenía el apoyo de países que representan a la mayor parte de la población de la Unión Europea, el sistema de votación ha hecho que algunos países, que por desgracia defendieron en el pasado fórmulas de paraíso fiscal, hayan impuesto a su candidato", el ministro de Finanzas irlandés, Paschal Donohoe.

Y la solución a todo esto ¿es la tasa de servicios digitales, la tasa Google? Pues Donald Trump dice que no y amenaza con nuevo aranceles porque, explica, se le ha acabado la paciencia.

Apple, que ha sido notica esta semana por librarse de pagar a Irlanda 13.000 millones de euros, es la tecnológica que más paga en España por impuesto de Sociedades: 14 millones

En una misiva dirigida a sus homólogos en España, Francia, Italia y Reino Unido, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, informó a sus socios que el esfuerzo por alcanzar un acuerdo internacional para tasar los servicios digitales está en punto muerto y rechazó acordar cambios provisionales a la legislación fiscal global que afecten a las compañías digitales estadounidenses, abandonando las negociaciones en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

La respuesta no se hecho esperar por parte del comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, que asegura que Europa seguirá adelante con la tasa Google, pese a lamentar "la decisión de EE UU de interrumpir las negociaciones internacionales sobre la fiscalidad de la economía digital".