España se argentiniza, pues los ingresos del sector servicios crecen mucho más que los de la industria… y por si esto fuera poco, encima cada vez hay menos ingenieros. A este paso nos vamos a convertir en un país aún más del sector terciario, pese a que el secundario es el que da fuerza al crecimiento, y al mismo tiempo, faltan trabajadores y estudiantes en profesiones que son clave en el desarrollo tecnológico.

Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) este jueves, la facturación del sector servicios ha subido un 3,9% en octubre respecto al mismo mes del año pasado y ya suma 74 meses al alza. Si se eliminan los efectos estacionales y de calendario, el incremento de las ventas se ha quedado en el 2,5%. Por su parte, el empleo en este sector, que en muchas ocasiones se caracteriza por su elevada temporalidad, ha crecido un 1,2% anual, dos décimas menos que el pasado septiembre.

Sin suficientes ingenieros, matemáticos, físicos o químicos nos quedaremos fuera de la Revolución 4.0 y seremos tecnológicamente dependientes, advierte el presidente de los rectores universitarios 

En la industria parece que va mejor el presente que el futuro: la cifra de negocios ha aumentado un 0,1% anual en octubre, mientras la entrada de pedidos se ha mantenido sin cambios (0%). Este estancamiento contrasta con las subidas superiores al 1% registradas el pasado septiembre, aunque al corregir el efecto calendario y la estacionalidad, las ventas de la industria han caído un 2,8% y los pedidos, un 2,6%.

Paralelamente, el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue), José Carlos Gómez Villamandos, ha advertido que “sin suficientes ingenieros, matemáticos, físicos o químicos nos quedaremos fuera de la Revolución 4.0 y seremos tecnológicamente dependientes”. Y todo esto a raíz de un informe de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas que refleja que los matriculados en titulaciones STEM (acrónimo que agrupa las Ciencias, Tecnologías, Ingenierías y Matemáticas) han bajado un 30% desde el año 2000. De hecho, estas carreras sólo representan el 24% del total: el 18,4% cursa estudios de ingeniería y un 5,9%, titulaciones de ciencia; cifras inferiores a la media europea (del 21,2% y del 8,1%, respectivamente).