• La invitación a España para participar en esta cumbre se explica por la "relación especial" que España mantiene con Iberoamérica.
  • Otros hechos destacados de la cumbre: coincidirán por vez primera los presidentes de EEUU y de Cuba.
  • Y es que nunca antes el régimen castrista había sido invitado a participar en esta cita.
  • Asisten todos los mandatarios del continente americano, con la única excepción de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, por las inundaciones en su país. 
España asiste como invitada especial a la Cumbre de las Américas que arranca este viernes en Panamá. El secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia, encabeza la delegación española y estará presente en Panamá desde la ceremonia de inauguración que acogerá el viernes el Teatro Anayansi.

Una portavoz del Ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación explicó a Europa Press que la invitación a España para participar en esta cumbre se explica por la "relación especial" que este país mantiene con Iberoamérica. Y esto es una muy buena noticia: que se le reconozca a España que sigue siendo, como en el pasado, un país importante para América.

Aunque lo importante no es solo influir, sino influir bien. Y eso lo sabe hacer España cuando respeta los valores de la Hispanidad, que como se sabe, es la creación española en América y Filipinas: el cristianismo, que anuncia a Cristo y por tanto el respeto a la dignidad humana -y a los derechos humanos- que emana del hecho de ser Hijos de Dios.

Como dijo Julián Marías, en su libro 'Sobre el Cristianismo': "El proyecto original de España al emprender el descubrimiento y exploración del Nuevo Mundo fue la cristianización de los pueblos desconocidos, que este proyecto era sincero y verdadero; lo atestigua el hecho incontrovertible de la evangelización de la mayor comunidad católica del mundo: la América Hispánica o Ibérica".

En otro orden de cosas, esta Cumbre de las Américas es histórica porque coincidirán por vez primera los presidentes de EEUU y de Cuba, pues nunca antes el régimen castrista había sido invitado a participar en esta cita. Muchas miradas estarán puestas en el que será sin duda uno de los momentos históricos que dejará la cumbre: el saludo entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el cubano, Raúl Castro, después de que ambos anunciaran el pasado 17 de diciembre que los dos países iban a reanudar las relaciones diplomáticas.

Y otro de los hitos de la cumbre es la tensión entre Washington y Venezuela. Obama aprobó en marzo pasado una orden ejecutiva por la que se considera a Venezuela una amenaza para la seguridad de EEUU además de imponer sanciones a varios altos cargos de la Administración de Nicolás Maduro por abusos de los Derechos Humanos.

La medida ha provocado las iras del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que ha puesto en marcha una campaña para recoger 10 millones de firmas reclamando a Obama que la revoque. La intención de Maduro es entregar a su homólogo estadounidense las firmas y, según los últimos datos revelados por el Gobierno venezolano, ya se estaría cerca de la cifra de los 10 millones.

Se espera también la asistencia a esta cumbre de todos los mandatarios del continente americano, con la única excepción confirmada de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, como consecuencia de los daños provocados por las inundaciones en su país.

También participarán en la cumbre como invitados especiales el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, entre otros.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com