Fuentes del propio Ministerio de Economía, ahora dirigido por Román Escolano, reconocen que ya han lanzado un mensaje a Caixabank por si quisiera entrar en un proceso de negociación para fusionar Caixabank y Bankia.

Algo que no puede admitir el Gobierno: el balance en fondos públicos sería desastroso

Eso sí, las mismas fuentes niegan cualquier oferta oficial: simplemente, “se está hablando con todos”.

Ahora bien, lo cierto es que Escolano ha llegado a Economía para aclarar la operación Bankia que, desde el punto de vista oficial, significa algo tan sencillo como intentar recuperar el mayor porcentaje de dinero público obtenido en el saneamiento de la entidad.

Y es que el titular de Economía, el ministro Escolano, empieza a ponerse nervioso: cuenta con el no rotundo de FG

Ahora bien, una fusión de los dos grandes bancos domésticos españoles significaría muchas oficinas y trabajadores sobrantes. Significaría, también, centrar a la entidad resultante en el mercado español hasta unos límites peligrosos. La respuesta de Economía es sencilla. Pues así se fuerza la necesaria reconversión del sector.

En cualquier caso, una fusión Caixabank-Bankia significa hacer de la necesidad virtud. Es decir, como la más lógica fusión en BBVA y Bankia cuenta con el no taxativo de FG  recurrimos a Caixabank. Sí, pero hablamos de la mayor red de sucursales parciales de España, al que sólo interesan determinados nichos de mercado. Por ejemplo, la cornisa cantábrica, que no es el fuerte de Bankia.

Además, a Goiri le gusta una fusión con BBVA con un FG que no quiere irse y al que todo el mundo empuja hacia la jubilación. Pero no con Bankia.

Caixabank se marcha de forma definitiva a Valencia. Una forma de mostrar que el mundo del dinero no está con el Procés

Y en el entretanto, Caixabank se marcha de forma definitiva a Valencia. Una forma de mostrar que el mundo del dinero no está con el Procés. Sí, se ha dicho aprovechando la Junta de Accionistas porque así toca, pero lo cierto es que el mundo del dinero sigue alejándose del Procés. Y lo que es peor: el mundo de la empresa, mucho más amplio que el dinero, también se aleja.

Por tanto, no se puede dar una interpretación exclusivamente política al “de entrada no” de Caixabank a la fusión con Bankia, salvo cuasi-regalo, que en la propia Caixabank se vislumbra como imposible.