• El jefe de la administración tributaria argentina, Ricardo Echegaray, pide al banco que repatríe los 3.500 millones evadidos.
  • Asiste a una comisión parlamentaria en Londres, en la que coincide con varios ejecutivos del gigante británico.
  • Echegaray les echa en cara que ingeniaron el modo de inventar sociedades en paraísos fiscales para ocultar cuentas en Suiza.
  • Las respuestas de los directivos, sorprendentes: no sabían "que su filial helvética atrajera a clientes de todo el mundo para eludir impuestos".

Otro episodio del caso del turbulento caso del HSBC. Ha tenido lugar en Londres en el primer 'cara a cara' entre el responsable de la administración tributaria argentina, Ricardo Echegaray, y el presidente del banco británico, Stuart Gulliver, el 'presidente limpio' que tiene una cuenta en suiza con 6,7 millones. Argentina es uno de los países sacudidos por tramposa gestión del HSBC, que ayudó a evadir millones de impuestos a los ciudadanos del aquel país. El caso estalló en noviembre, después de que Francia le transmitiera la lista de evasores que consiguió gracias a Hervé Falciani, ex empleado de la entidad. El face to face ha sido este martes durante una audiencia pública del Parlamento británico, en la que han declarado los principales ejecutivos del banco por el fraude fiscal masivo a través de Suiza. La actuación en Argentina es una de las investigaciones separadas que afronta el HSBC.

En el 'cara a cara' al que ha asistido Gulliver, también han declarado Rona Fairhead, directora independiente del banco, y Chris Meares, antiguo presidente de la división de banca privada del HSBC. La primera, sorpréndanse, ha sido que "nos horrorizamos cuando lo descubrimos", y Meares se ha desmarcado del caso porque no era de su incumbencia "lo que ocurría en bancos suizos a escala individual". Ha añadido otro argumento: "Lo que ocurre es que el grupo operaba con una estructura muy federal". Vaya por Dios. En definitiva, los directivos del cuestionado gigante británico se han defendido con que no estaban al corriente de que su filial suiza atrajera a clientes de todo el mundo para eludir el pago de impuestos en sus países.

Echegaray, jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de Argentina ha pedido al HSBC que repatríe los 3.500 millones de dólares que los argentinos tenían en sus cuentas suizas. "Queremos saber, en primer lugar, si HSBC apoyó la conducta de su rama en Argentina y, en segundo lugar, la repatriación de fondos, que según nuestros datos asciende a 3.500 millones", ha dicho Echegaray.

Argentina ocupa el puesto 21 por la cantidad del dinero evadido y el octavo en número de clientes. Pero entre todas las cuentas, hay una que preocupa especialmente al Gobierno de Cristina Fernández, la del argentino Miguel Ángel Abadi, un gestor de fondos residente en Londres que administró 1.400 millones de dólares. La Justicia argentina ha emitido una orden de arresto internacional. Como ha dicho Echegaray, "Abadi se subió a un barco y ese barco es HSBC. Por eso es importante que HSBC corrija el rumbo".

Ricardo Echegaray ha recordado que los directivos del HSBC planearon el modo de ocultar fondos en Suiza, a través de sociedades en paraísos fiscales, lo que provocó "fuga de capitales y evasión de impuestos".

Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com