La expresidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, fue declarada culpable el viernes de abuso de poder y coerción y condenada a 24 años de prisión, informa La Prensa.

"La acusada es culpable de abuso de poder", declaró el juez Kim Se-yoon, afirmando que la expresidenta forzó a empresas surcoreanas a pagar 77.400 millones de wones (59 millones de euros, 72 millones de dólares) a dos fundaciones controladas por su confidente en la sombra y "amiga de 40 años" Choi Soon-sil.

Primera mujer elegida presidenta en Corea del Sur, Park fue destituida y detenida en marzo de 2017 a raíz de una serie de sospechas de corrupción y de abusos de poder que pusieron de manifiesto, una vez más, las relaciones ilícitas entre el poder político y los grandes conglomerados.

La expresidenta, que enfrenta 18 cargos de acusación provocó la ira de una parte importante de la población

Habida cuenta del inmenso interés que ha generado este caso en Corea del Sur, el anuncio del veredicto se retransmitió en directo por televisión, algo muy inusual en ese país.

La caída de la primogénita del dictador militar Park Chung-Hee, que accedió al cargo en 2013 tras haberse presentado en campaña como una candidata incorruptible "casada con la nación", causó un fuerte revuelo en el país.

La expresidenta, que enfrenta 18 cargos de acusación provocó la ira de una parte importante de la población, pues el caso atizó el sentimiento popular contra los privilegios de las élites y el trato que mantienen las clases dirigentes y las poderosas familias al mando de los grandes conglomerados de la undécima economía mundial.

Entre otras acusaciones, Park fue juzgada por haberse compinchado con su confidente en la sombra y "amiga de 40 años" Choi Soon-sil para sacarle decenas de millones de euros a esos conglomerados, llamados ‘chabeols’, a cambio de favores políticos.

Choi, juzgada en un proceso distinto por el mismo tribunal, fue condenada en febrero a 20 años de prisión.

Park está en detención preventiva desde hace un año en una cárcel de Seúl. Empezó a boicotear el juicio en octubre, después de que le negaran la posibilidad de ser liberada bajo fianza. Desde entonces, ha rechazado recibir visitas, incluso las de su hermana y su hermano, excepto las de sus dos abogados.